El banco JP Morgan aseguró que una recesión técnica en México parece inevitable, derivado de un crecimiento negativo de la economía en el segundo trimestre del año.
En un análisis, la institución financiera redujo su previsión de crecimiento para el periodo de 0.2 a menos 0.5 por ciento con base en los datos económicos disponibles que reflejan un junio débil.
A pesar del decremento, la institución financiera detalló que no todos los sectores productivos se encuentran en problemas, sino que la debilidad se concentra en los sectores más sensibles a la inversión, como la minería y la construcción.
En contra parte, JP Morgan agregó que, las manufacturas parecen resistir con un crecimiento de 2 por ciento a tasa anual en el trimestre.
“Las tendencias de la manufactura serán una importante fuerza gravitacional para el resto de la economía”
Aunado a esto, destacó que el sector de servicios despertó de su reciente “estupor” con un sólido 0.8 por ciento durante mayo ligado a alzas en el gasto y demanda domésticas.
La recesión, por otro lado, pondrá presión en el Banco de México para que disminuyan la tasa de interés de referencia, lo cual ya es esperado por el mercado, indicó JP Morgan.
Hace un par de días, Bank of America Merrill Lynch (BofA) también manifestó que México podría entrar en una recesión técnica, en caso de que la economía registre una baja en el segundo trimestre del año.
De acuerdo con un estudio dirigido a inversionistas y realizado por economista de la institución para Canadá y México, ésta institución mencionó que “un segundo trimestre consecutivo con una contracción pondrá a México en una recesión técnica”.
Ajusta Bx+ a la baja previsión económica
Por su parte, el Grupo Financiero Ve por Más (Bx+) ajustó a la baja sus previsiones de la expansión que tendrá la economía mexicana, al pasarla de 1.4 a 0.6 por ciento para este año y, de 2.0 a 1.8 por ciento para 2020.
“Hacia adelante, el crecimiento del PIB podría recuperarse, aunque en menor medida a lo que esperábamos meses atrás, derivado de que el balance de riesgos ha adquirido un sesgo menos favorable”, señaló el grupo financiero.
La gobernanza del presidente de México económico es el principal factor de riesgo que ve la institución financiera.
“La incertidumbre política y económica se podría extender aún más, en especial si la calificación crediticia de Pemex y/o el soberano es degradada, lo que generaría mayor volatilidad en mercados financieros, limitantes al acceso a mercados de capital y menores niveles de inversión, induciendo más bajas en sectores como el de la construcción”, añadió.
Añadió que las menores expectativas de crecimiento y de confianza, entre otros elementos, seguirían alterando la generación de empleo formal con efectos negativos en el gasto de los hogares.