El Producto Interno Bruto (PIB) para el segundo trimestre del año va a registrar otra disminución, lo que representaría dos periodos consecutivos en decrecimiento, lo que técnicamente se conoce como una recesión económica; sin embargo, ello no implica que el crecimiento del país se detenga, pero sí afectará el desarrollo financiero y la confianza de los inversionistas, alertaron expertos en economía.
El viernes pasado se dio a conocer el dato del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) que registró una disminución de 0.3 por ciento en mayo, lo cual confirma una debilidad en la economía mexicana. Esto afectará al PIB en el segundo trimestre del año, y se verá reflejado el próximo miércoles en el reporte que de aconocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), precisaron.
Mientras que varias instancias nacionales e internacionales han señalado que con un segundo trimestre a la baja, técnicamente se entraría en recesión.
Para Carlos González, director de análisis de Grupo Financiero Monex, el problema radica en que, hacia el cierre del año, la economía no crecerá, de hecho, aseguró que ellos tienen una perspectiva de crecimiento al cierre del año de apenas 0.9 por ciento; la cual, después del IGAE, estarían revisándola a la baja.
“El tema no radica en si va a haber o no recesión, el tema radica en que este año vamos a estar creciendo a una tasa de cercana de 0.0 por ciento. Nosotros vemos el estimado 0.9 por ciento, pero seguramente con los resultados que observamos en este momento, seguramente lo vamos a estar revisando a la baja”, sostuvo.
Señaló que, en los últimos 20 años, el crecimiento promedio ha sido de 2.0 o 1.5 por ciento, que ya es muy bajo por sí solo, por lo cual, si decrece o simplemente no crece, difícilmente los resultados serán diferentes hacia el cierre del año, alertó.
“Yo te diría que es natural que cada cambio de administración la estabilización sea rápida. Normalmente, en el último año es cuando echan toda la carne al asador, se cumplen muchos proyectos, justamente cuando llega una nueva administración, se puede lograr un crecimiento; sin embargo, la incertidumbre está jalando para abajo las cifras”, apuntó.
En este sentido, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp) señaló que la salud de las cuentas públicas es fundamental para mantener la estabilidad macroeconómica, esencial para lograr un ambiente de negocios que contribuya a impulsar la actividad económica, la inversión y por ende la generación de empleos mejor remunerados. La incertidumbre hace que, tanto las empresas como los consumidores se mantengan cautelosos en los ámbitos de inversión y consumo.
El mercado interno, dijo, resiente esta coyuntura y reduce su ritmo de avance, como lo muestran los indicadores.
Cifras del Inegi revelan que si bien en mayo las ventas al menudeo reportaron un crecimiento anual de 2.7 por ciento, ligeramente mayor al del mes previo, el indicador del sector servicios se contrajo 2.0 por ciento que fue se segunda variación anual negativa de manera consecutiva.
Se podría continuar debatiendo sobre si hay o no recesión, lo que sí es un hecho es que ya hay una tendencia marcada de desaceleración económica.
Cifras del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), señalan que de diciembre a mayo (primeros seis meses de la administración) se ha registrado menor crecimiento para un periodo similar en los últimas cuatro administraciones.
La semana pasada el Fondo Monetario Internacional recortó su estimado de crecimiento, y en suma el Inegi publicó el IGAE. Ante estos factores, instituciones como JP Morgan, aseguraron que el país había caído en una recesión técnica.
De acuerdo con un análisis realizado por la institución financiera, si bien los datos de mayo no fueron tan débiles como se temía, sí estuvieron por debajo del crecimiento de 0.1 que había registrado un mes antes y por lo que estimó que el PIB entre abril y junio pasados registre una contracción de 0.5 por ciento.
LOS QUE NO VEN RECESIÓN. La semana pasada, el Grupo Financiero Banorte aseguró que hasta este momento, la economía mexicana no se encuentra en recesión, ya que aun cuando el crecimiento del PIB en el segundo trimestre sea negativo (lo mismo que en el primero) éste sería cercano a cero.
Gabriel Casillas, sostuvo en una conferencia que la reanudación de la confianza, como el principal elemento para que las expectativas del PIB no sigan cayendo. “Ojalá nos equivoquemos y crezcamos mucho más. Tienen que pasar grandes cosas para que sea un crecimiento por abajo del 0.8 por ciento”.
Para Alberto Gómez, director de estudios económicos de Citibanamex, México no está en una recesión económica, debido a que hay sectores de la economía que muestran tendencia de crecimiento.
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