El Sistema Aeroportuario Metropolitano -que comprende el AICM, Santa Lucía y Toluca- que pretende administrar el Gobierno Federal carece de un modelo de negocio que permita hacer operativamente viable el proyecto, advirtieron especialistas.
En entrevista con La Razón, Rogelio Rodríguez, abogado y experto del sector aeronáutico, aseguró que por una parte, la actual administración debe reconocer que existen terminales como Toluca o Santa Lucía que no son atractivos para las aerolíneas de transporte de pasajeros.
Esta semana, Javier Jiménez Espriú, titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), reveló que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) busca quedarse al mando del Sistema Aeroportuario Metropolitano.
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Dicho organismo inició un proceso comercial para adquirir la participación de Aleatica existente en el Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT), equivalente a 49 por ciento de acciones. El 51 por ciento restante están en posesión del Gobierno Federal, a través de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), y del Estado de México.
“Hacer una compra de las acciones del actual esquema, jurídicamente es posible, pero no conveniente. Hoy la AIT se encuentra en estado de pérdidas: porque no tiene el volumen de operaciones, de pasajeros ni de carga, mucho menos ingresos de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA)”, señaló Rodríguez.
Según datos de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), de 2017 a 2018, el número de operaciones en el aeropuerto de Toluca cayeron 8.4 por ciento.
En la actualidad, Interjet y Volaris son las únicas aerolíneas que, en conjunto comercializan seis rutas aéreas a nivel nacional. Ante este panorama, Rodríguez señaló que la capacidad aeroportuaria de esta terminal no rebasa el 10 por ciento.
[caption id="attachment_993947" align="aligncenter" width="4102"] Número de vuelos del Aeropuerto Internacional de Toluca. Fuente: Aeropuerto Internacional de Toluca[/caption]
Por su parte, Fernando Gómez, analista en temas aeronáuticos, indicó que a pesar de buscar una alternativa al problema de saturación del AICM, el gobierno actual debería buscar que las terminales de Toluca y Santa Lucía se conviertan en polos económicos, como lo es actualmente la terminal Benito Juárez.
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“Hace falta definir con claridad cómo van a operar el nuevo sistema metropolitano con la ayuda de terminales como Toluca y Santa Lucía”.
En su opinión, Gómez definió que cada una de las terminales aeroportuarias debería contar con una vocación propia; es decir, que una terminal sea para operaciones comerciales, otro para privadas y otra para transporte de carga, no instalaciones simultáneas que compitan entre si.
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