De continuar la suspensión de actividades en la planta de General Motors (GM), en Silao, Guanajuato, las empresas Nemak y Rassini, proveedoras mexicanas de autopartes, pueden tener problemas crediticios, advirtió Moody's Investors Service.
En un comunicado, la agencia de riesgo aseguró que, por ahora, ambas compañías no se han visto afectadas, tanto en su calificación como en sus perspectivas a largo plazo.
Agregó que, de extenderse el plazo, los ingresos de los proveedores de autopartes mexicanos caerían entre 1 y 2.5 por ciento, dependiendo de la exposición individual a GM.
El pasado 15 de septiembre, 48 mil trabajadores estadounidenses de GM afiliados al sindicato United Automobile Workers (UAW) iniciaron una huelga, con el fin de obtener un nuevo contrato colectivo.
Con lo anterior, diversas autopartes de provenientes de Estados Unidos no han ingresado al país, situación que orilló a GM a suspender de forma temporal las actividades en la planta de Silao.
“Hasta ahora, ni la huelga de la UAW ni la detención de la planta de Silao son materiales para Nemak o Rassini en cuanto a la relación crediticia, pero cualquiera de los dos dañaría modestamente sus líneas superiores si continuaran por mucho más tiempo”, aseguró Moody’s.
A principios de este mes, la empresa automotriz anunció el recorte de seis mil puestos de trabajo en la localidad del Bajío.
Cabe recordar que en dicha planta se ensamblan las unidades Chevrolet Silverado, Chevrolet Cheyenne y GMC Sierra.
lps
