Luego de que la calificadora Moody’s bajara, una vez más, su perspectiva de crecimiento económico de México para este año, al pasarla de 0.5 a 0.2 por ciento, analistas aseguran que es el resultado de la incertidumbre que genera el Gobierno al tomar decisiones “encontradas”.
Al señalar que existe una debilidad importante en la económica durante el primer semestre del año, la firma de riesgo redujo su expectativa de crecimiento del próximo año a 1.3 por ciento desde el 1.5 por ciento que se esperaba en agosto.
Añadió que el marco político mexicano sigue débil, por lo que mantiene “en negativa” la perspectiva de la calificación crediticia del país; aunado a una disminución en el consumo privado y la inversión pública y privada.
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En entrevista con La Razón, Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más, comentó que no se prevé una recuperación en el crecimiento económico de México en los próximos meses, debido a la tendencia de la economía; sin embargo, aclaró que si se normaliza el ejercicio del gasto público, las exportaciones siguen creciendo y la economía de Estados Unidos continúa un ritmo moderado de crecimiento, aún estaremos lejanos a una posible recesión.
“Lo que da a conocer Moody’s es el reflejo de que hay mucha incertidumbre, por eso tantas revisiones. Algo que podría preocupar y afectar la imagen del país es que si se sigue esperando un menor crecimiento para el próximo año, o va por debajo de lo que quiere Hacienda, representará menores ingresos para el Gobierno federal y con eso se corre el riesgo de tener una menor calificación crediticia y podría tener efecto en término de credibilidad y confianza hacia el país”, sostuvo.
En este contexto, los inversionistas se mantienen pesimistas por las contradicciones de la actual administración pública, situación que podría afectar en un futuro próximo la calificación de México, advirtió.
“La formulación de políticas inconsistentes y los mensajes contradictorios están socavando la confianza de los inversionistas y las perspectivas económicas a medio plazo”, se explicó en el reporte.
Por su parte, Víctor Gómez, subdirector de análisis económico de Finamex, indicó que la actualización de la perspectiva que hizo la calificadora es consecuencia de los malos resultados que ha tenido los segmentos de consumo interno e inversión a lo largo del año, lo cual se ha reforzado con la incertidumbre del nuevo Gobierno.
“Desde hace algunos años se dio una incertidumbre que provocó la negociación del TLCAN, así como la caída en los precios de petróleo en 2014. A esto le añadimos la falta de confianza interna respecto a las reglas del juego que tienen actores del sector privado en México”. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el próximo año se tendrá un crecimiento de entre 1.5 y 2.5 por ciento; sin embargo, para el experto de Ve por Más este objetivo se torna complicado.
“Es difícil, creemos que será por debajo del 1.5 por ciento, porque vemos una lenta normalización del gasto público. En la medida de que la inversión y el gasto público continúen en atonía , afectarán al resto de la economía, ya que provocará un menor empleo, y eso significa menor gasto interno, una de las razones por la que la calificadora bajó su pronóstico, junto con la baja inversión”, señaló.
FITCH RECORTA PERSPECTIVA PARA AL. A un nivel regional también se vive una desaceleración económica, según dio a conocer la agencia Fitch, que dijo que el crecimiento para América Latina y el Caribe se ha deteriorado en los últimos meses ante una guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo cual eleva la incertidumbre y los retos de la región.
La calificadora destacó que los factores abonan para que algunos países consoliden sus cuentas fiscales y tarden en estabilizar su deuda pública. Lo anterior aumenta Por ello, recortó su pronóstico de crecimiento económico para 2019 a 0.7 por ciento, desde 1.9 por ciento que tenía contemplado en el segundo trimestre.