La agencia calificadora Moody's recortó este lunes su panorama global de calificación soberana para el 2020 a "negativo" desde "estable", al citar un escenario político impredecible que desacelerará el crecimiento e incrementará los riesgos económicos o turbulencias financieras.
Moody's, que ya ha advertido de recortes en la calificación para Reino Unido, Sudáfrica, India y México, dijo que había tres factores principales que sustentan su decisión.
La incertidumbre geopolítica y la guerra comercial entre Estados Unidos y China debilitarán a las economías abiertas y exportadoras de materias primas, estimó la agencia.
La atmósfera cada vez más compleja también podría dañar las instituciones nacionales y globales, que junto con un crecimiento menor, eleva la probabilidad de que surjan crisis pero disminuye la capacidad para afrontarlas.
"En un ambiente impredecible, los riesgos al crecimiento y el panorama para el crédito están inclinados a la baja", dijo Moody's en un reporte sobre el conjunto de los 142 países para los que emite calificaciones soberanas y que representan 63.2 billones de dólares en deuda gubernamental.
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De acuerdo con la calificadora, la desaceleración gradual en la tendencia de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) incrementó el riesgo de choques económicos o financieros. Consideró que las tensiones geopolíticas se ven reflejadas en la interrupción del comercio, principalmente como resultado del enfrentamiento entre Estados Unidos y China.
“En general, el entorno global se está volviendo menos predecible para los 142 soberanos que calificamos, abarcando 63.2 billones de dólares en deuda pendiente. El riesgo de eventos está aumentando, elevando el espectro de reversiones en los flujos de capital”, apuntó.
Respecto a México, Moody’s detalla que el cambio de perspectiva negativo (A3 negativo) fue el resultado del actual Gobierno y su formulación de políticas “cada vez más impredecible”, así como la creciente dependencia de Pemex, la compañía petrolera estatal, de apoyos gubernamentales.
Insiste que en México, las implicaciones crediticias del cambio en la dirección de las políticas bajo la última administración aún están por verse, dado el contraste entre su postura fiscal conservadora y la retórica populista.
La agencia explica que el entorno político global cada vez más antagónico está exacerbando la desaceleración del crecimiento global, especialmente entre las economías orientadas al comercio, pues en todo el G20 estima cayeron 2.6 por ciento en 2019 desde 3.0 por ciento en 2018. “Hay algunos pocos puntos positivos y un riesgo creciente de resultados negativos”, añadió. “La política impredecible crea atmósferas financieras y económicas impredecibles”.
El Dato: El conjunto de los 142 países para los que la calificadora emite calificaciones soberanas, representan 63.2 billones de dólares en deuda gubernamental, según información de la firma.
Aunque el ejemplo más evidente es la disputa comercial entre Estados Unidos y China, las tensiones que disminuyen el potencial de crecimiento económico se han incrementado en el Golfo Pérsico, entre India y Pakistán, y a lo que se suma el intrincado proceso del Brexit.
Los efectos directos de estas situaciones -por ejemplo, el impacto de los incrementos de los aranceles a las importaciones- no siempre son severos, pero las consecuencias posteriores en los flujos de capital y la inversión posiblemente perjudicarían las perspectivas de expansión a mediano y largo plazo en todas las regiones, indicó.
