El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó a la baja el pronóstico de crecimiento para la economía mexicana a 0.0 por ciento para este año, desde una estimación previa de 0.4 por ciento, mientras que para 2020 mantuvo su expectativa en 1.3 por ciento.
“El crecimiento alcanzaría el 1.3 por ciento en 2020 a medida que las condiciones monetarias se flexibilicen, la incertidumbre disminuya gradualmente y el consumo privado se recupere. La economía mexicana ha mostrado resistencia en un entorno externo complejo; han respondido adecuadamente a los recientes shocks externos y han demostrado su compromiso con la estabilidad económica”, apuntó.
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En su reporte sobre México, el FMI expone que la economía del país continúa expuesta a riesgos externos, incluida una renovada volatilidad en los mercados financieros mundiales, así como mayores primas de riesgo y un fuerte retroceso de capital es de los mercados emergentes, así como la continua incertidumbre sobre las relaciones comerciales de México con Estados Unidos”, señala.
Además, el organismo considera que la incertidumbre política ha debilitado el clima de inversión, y argumenta que ésta ha surgido en el contexto de algunas decisiones de la actual administración que parecen debilitar el clima de negocios, particularmente la cancelación de subastas de energía, la renegociación de contratos de ductos y la consulta pública que llevó al Gobierno a cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco.
Expone que han surgido preocupaciones a inversionistas sobre la sostenibilidad de los recortes presupuestarios drásticos y su impacto potencial en el capital humano y el papel de algunas agencias reguladoras e instituciones autónomas, que aunado a un ambiente externo inestable, desaceleración, complican aún más la formulación de políticas y plantean riesgos para el panorama actual.
No obstante, el FMI considera que el déficit de cuenta corriente se redujo a 3.4 mil millones de dólares en 2019. Asimismo, destacó las continuas exportaciones manufactureras y remesas e importaciones débiles, e incluso a fines de septiembre, el peso era 2.4 por ciento más fuerte en relación con su promedio de 2018, mientras que la deuda en proporción del Producto Interno Bruto (PIB) es menor a 46.5 por ciento.
Sin embargo, el organismo internacional expone que la fuerte presencia de inversores extranjeros deja a nuestro país expuesto a un mayor riesgo en términos de reversión de los flujos de capital y mayores primas de riesgo. Es decir, espera que el crecimiento se recupere a medida que disminuya la incertidumbre. Proyecta que la actividad económica se estancó en 2019, ya que una aceleración en el gasto público puede respaldar una modesta recuperación del crecimiento para el cuarto trimestre del año.
Por ello, sostiene que el crecimiento económico alcanzaría el 1.3 por ciento en 2020 a medida que las condiciones monetarias se alivien, así como la incertidumbre disminuye gradualmente y el consumo privado se recupera. A mediano plazo, el crecimiento crecería gradualmente a 2.4 por ciento.
El Dato: El fondo pidió recientemente al país "revisar el plan de negocios de Pemex" para fortalecer la posición de las finanzas públicas.
Asimismo, pronostica que la inflación general se mantenga alrededor del Banco de México (Banxico) en una meta de 3.0 por ciento, mientras que la inflación subyacente debería alcanzar la meta de inflación general para mediados de 2020.
Previamente, el Fondo Monetario Internacional renovó la Línea de Crédito Flexible para nuestro país por dos años más por un monto de 61 mil millones de dólares, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y el Banco de México (Banxico), al considerar que “México cumple con todos los requisitos”.