Desde junio de 2017, la debilidad en el consumo interno ha generado que la venta de automóviles disminuya de manera importante, tendencia que de acuerdo con Guillermo Rosales, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), podría prolongarse hasta el próximo año; aunque otros expertos como Alberto Torrijos, socio líder de automotriz de Deloitte México, estimó que la crisis se podría extender hasta 2021.
El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) dio a conocer la venta de autos correspondiente a noviembre, la cual tuvo una baja de 7.0 por ciento, con la distribución de 124 mil 797 unidades, en comparación a las 134 mil 131 que se registraron en el mismo mes del año pasado. Con esto suman 30 meses consecutivos a la baja en esta industria.
El experto manifestó que 2020 tiene un panorama complicado en la venta y producción automotriz, por lo cual se cerraría con cifras similares a las que actualmente se tienen, es decir, con la comercialización de un millón 300 mil unidades, luego de que en 2016 se tuvieran máximos de un millón 603 mil 672 automóviles.
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“Sin duda prevalece la incertidumbre en el consumidor a la hora de adquirir bienes duraderos, como lo es el auto, el segundo bien más importante para las personas sólo después de una vivienda. Asimismo, la situación del T-MEC no promueve la confianza, por lo que abona a que no se vea una mejor expectativa para la industria hacia 2020”, señaló el experto.
De acuerdo con el estudio “El consumidor automotriz global”, de Deloitte, 58 por ciento de los mexicanos aún desea comprar un auto, pues lo consideran un elemento clave para su movilidad.
“Sin duda prevalece la incertidumbre en el consumidor a la hora de adquirir bienes duraderos, como lo es el auto, el segundo bien más importante para las personas, sólo después de una vivienda. Asimismo, la situación del T-MEC no promueve la confianza”, señaló el experto.
Al detalle, los resultados del Inegi explican que la marca más vendida en el mes de referencia fue Nissan, que ha liderado el mercado a pesar de las cifras, con 25 mil 519 autos; sin embargo, para la armadora representó un resultado negativo, pues cayó 10.5 por ciento respecto a lo comercializado en noviembre del año pasado, incluso cuando ya se tenían bajas en este segmento.
En segundo lugar continuó General Motors, con la venta de 20 mil 201 autos de combustión interna. Para la firma también representó una caída en distribución de unidades, pues tuvo un declive de 16.4 por ciento.
En el acumulado enero-noviembre 2019 se registraron un millón 187 mil 284 vehículos ligeros nuevos vendidos, registrando una caída de 7.6 por ciento en relación al mismo periodo del 2018, cuando se comercializaron un millón 187 mil 284 unidades.
De acuerdo con el estudio “El consumidor automotriz global”, de Deloitte, 58 por ciento de los mexicanos aún desea comprar un auto, pues lo consideran un elemento clave para su movilidad, por lo que hicieron un llamado a todos los miembros del sector, para poner especial atención a los consumidores e incrementar la experiencia del cliente.
“Lo que está en nuestras manos es enfocarnos al consumidor; somos un sector que no guarda lealtad a la marca, que marca procesos confusos de venta de vehículos y eso muchas organizaciones no lo ven”, dijo en entrevista con La Razón.
En lo que respecta a la producción automotriz, Manuel Nieblas, líder de productos industriales y manufactura, aseguró que no se cumplirá la meta de fabricar cinco millones de vehículos en 2020, ya que también este rubro está pasando por declives importantes.
Según información de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) en octubre pasado (última cifra disponible), la producción de vehículos ligeros cayó 16.3 por ciento; mientras que la exportación tuvo un declive de 19.5 por ciento.
T-MEC y ESTADOS UNIDOS. Alberto Torrijos aseguró, por otro lado, que hay cerca de 100 empresas chinas que están interesadas en invertir en el país, pero su único freno es la ratificación del T-MEC, pues necesitan tener claro las reglas del juego; sin embargo, aseguró que éstas sí llegarán a México, ya que sus inversiones son planeadas a largo plazo.
“Esperamos que el T-MEC se ratifique en enero, hay las condiciones. No creemos que las peticiones laborales de Estados Unidos pasen, porque no le convienen al país. La guerra comercial que involucra a Estados Unidos y China no es un impedimento para que se fijen en nuestro país, porque ya lo hacen, sólo están a la espera de que se ratifique el tratado, que seguramente va a pasar”, concluyó el analista.
Al ser cuestionado si un posible retraso en la ratificación del T-MEC podría inhibir las inversiones de estas empresas chinas, el analista descartó este hecho, ya que aseguró que éstas tardan mucho en tomar decisiones tan importantes como lo es el sitio donde pondrán sus inversiones, o en dónde van a ubicar sus plantas.
“Están muy cercanas a donde está la demanda real y México tiene la ventaja de estar cerca de Estados Unidos. Puede llegar a impactar la decisión de si entran o no, sí, pero es más una decisión interna y no tanto por el Tratado. Sus inversiones se enfocan en cómo está el mercado”, afirmó el analista.
