Aunque algunas de las nuevas normas comerciales que contiene el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) representan un reto importante, el principal mérito de nuestro país es que logró un entendimiento de esta índole con la nación vecina del norte que se ha caracterizado por ser proteccionista, aseguró Beatriz Leycegui, exsubsecretaria de Comercio Exterior en el sexenio de Felipe Calderón.
En entrevista con La Razón, la exfuncionaria indicó que el balance general del T-MEC es que es un acuerdo positivo, porque continúa con la secuencia que se tenía con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pues logra mantener las reglas del comercio con Estados Unidos, mientras que otros países no tienen certidumbre en esto.
“México logró acomodar con un país proteccionista sus reglas de comercio internacional y sus reglas de hacer negocio para adelante. Ése es el mérito principal del tratado. Con esto nos hacemos un poco menos vulnerables ante las medidas unilaterales que pueda tener Estados Unidos”, comentó la especialista en comercio internacional.
Según la estimación del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), el T-MEC, al igual que lo hizo el TLCAN, aportará entre 0.5 y 1.0 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) de México anual; mientras que su impulso al empleo se verá reflejado en hasta 250 mil plazas laborales en el país en el mismo lapso de tiempo, pues hace falta una política industrial que potencialice su impacto.
De acuerdo con la Secretaría de Economía, la región de América del Norte, que integra a México, Estados Unidos y Canadá, representa un mercado de 493 millones de personas, es decir, 6.5 por ciento de la población mundial; con un PIB igual a 26 billones de dólares, lo que se asemeja a 18.3 por ciento de la actividad productiva global; asimismo, en 2018 recibió 23.1 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED), con 323 mil millones de dólares.
Como un actor del comercio global, América del Norte representa 15.9 por ciento de la actividad productiva total que se realizó en el mundo en 2019; y entre México, Estados Unidos y Canadá representa 1.2 billones de dólares.
Aunado a lo anterior, Luz María de la Mora Sánchez, actual subsecretaria de Comercio Exterior, dijo que hacia la recuperación económica del país, ante los efectos de la pandemia por Covid-19, el T-MEC puede ser una herramienta muy valiosa para retomar la actividad productiva del país, dado que el comercio exterior es un impulso, ya que puede ayudar a que las empresas y sectores restablezcan sus cadenas de proveeduría para que éstas sean más sólidas.
“El gran valor que ofrece el T-MEC, al igual que lo ha sido el TLCAN, es que ofrece certidumbre, porque da las reglas claras a partir de las cuales vamos a operar nuestro comercio y nuestras inversiones en América del Norte. También mantiene el libre comercio y preserva la integración de la región y los tres participantes estamos en mayores condiciones de competitividad”, señaló.
El nuevo acuerdo contiene la modernización de 24 capítulos y la integración de 10 nuevos: aduanas y facilitación del comercio (7), anexos sectoriales (12), comercio digital (19), laboral (23), medio ambiente (24), pequeñas y medianas empresas (25), competitividad (26), anticorrupción (27), buenas prácticas regulatorias (28) y políticas macroeconómicas (33).
En este aspecto, Leycegui dijo que hay ciertas normas que México va a tener que cuidar con mucha atención, como el cumplimiento de las reglas de origen para el sector automotriz; y los temas laborales, pues “si bien se tenía un régimen fuerte, existen compromisos adicionales, sobre todo en la parte de libertad sindical y contratos colectivos. Hay que estar con cuidado, pues no creo que todas las empresas sepan lo que implica”.
La secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, reconoció que México todavía tiene el reto de capacitación en el sector de trabajadores y sindicatos, e incluso a los mismos empleadores en las nuevas normativas que tendrán que acatar, ya que se corre el riesgo de incumplir en una medida por ignorancia, pero ya trabajan en estos temas que se retrasaron por la pandemia de Covid-19.
Respecto a si el T-MEC ayudará a impulsar la economía, tal y como lo tiene previsto el actual Gobierno mexicano, Leycegui mencionó que el impacto realmente va a ser menor, “no porque sea negativo, sino porque ya teníamos un tratado de apertura que sigue funcionando sin problema”.
LEY DE INFRAESTRUCTURA
Con la aprobación de la Ley de Infraestructura de la Calidad por parte del Senado de la República, se espera que los productos que se estén comercializando en las tres naciones, a partir del 1 de julio, sean similares en cuanto al cumplimiento de normas y características, hecho que beneficiará a los consumidores, afirmó Lillian Peregrina, líder de sector Costumer, Retail & Service en SGS México, firma dedicada a inspección, certificación, pruebas y verificación de sistemas y servicios.
La experta mencionó que el Gobierno y empresas cuentan con dos años de transición, en los que se tendrán que modificar normas, se derogarán aquellas obsoletas y se firmarán acuerdos de reconocimientos con los socios comerciales.