En el mismo evento, el subdirector general del FMI, Mitsuhiro Furusawa, manifestó su preocupación por el aumento en el endeudamiento en economías emergentes y avanzadas, provocado por los estímulos que han otorgado para hacer frente a la crisis por Covid-19; por lo que aseveró que hará un llamado, cuando la pandemia termine, a realizar una reforma fiscal global.
Se estima que este año la deuda bruta mundial crezca a 101.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y para 2021 se ubique en 103.2 por ciento. Para las economías avanzadas, la proyección es de 131.2 y 132.3 por ciento, respectivamente; mientras que para los países emergentes, el FMI estima 63.1 y 66.7 para 2020 y el próximo año.
Para México, clasificado como país emergente, prevén que el endeudamiento ascienda a 65.9 por ciento como proporción del PIB este año, desde 53.4 por ciento que presentó al cierre de 2019.
Por otro lado, Kristalina Georgieva recordó que el organismo internacional ha otorgado préstamos de emergencia a 72 países pobres, por lo que consideró que deben mejorar los instrumentos de financiamiento a estas economías.
Dijo que en la primera mitad del año, los mercados emergentes con bases fuertes emitieron 124 mil millones de dólares en bonos; sin embargo, aquellos con fundamentos más pobres tuvieron un acceso más restringido.
Los créditos del FMI apoyan a los países más vulnerables para que puedan hacer frente a su balanza de pagos y la estabilización de su economía.