Las remesas familiares que enviaron los connacionales a México, principalmente desde Estados Unidos, ascendieron a tres mil 536.9 millones de dólares, un alza de 11.1 por ciento respecto al mismo mes de 2019, siendo Jalisco el principal receptor de divisas.
A tasa mensual, el repunte se ubicó en 4.66 por ciento, lo que significó una desaceleración en comparación con el crecimiento de mayo y de marzo.
En el tercer mes del año las divisas por concepto de remesas repuntaron a un nivel histórico de 48.48 por ciento; en abril cayeron 28.59 por ciento y para mayo, repuntaron 18.1 por ciento por el efecto del Día de las Madres.
Por entidad, Jalisco fue el que más divisas recibió en el segundo trimestre del año, con mil 031.1 millones de dólares; Michoacán fue el segundo con 997.4 millones de dólares; Guanajuato, con 906.5 millones de dólares; Estado de México, con 525.7 millones de dólares; y Ciudad de México, con 492.8 millones de dólares, de acuerdo con datos del Banxico.
En contraste, las entidades que menos recursos recibieron bajo este concepto fueron Baja California Sur, con 24.6 millones de dólares; Campeche, con 25.1 millones de dólares; Quintana Roo, con 42.5 millones de dólares; Yucatán, con 44.8 millones de dólares; y Tabasco, con 55.5 millones de dólares.
En entrevista con La Razón José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), señaló que los envíos de los connacionales siempre llegan a las poblaciones más vulnerables del país.
De hecho, un reporte del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) refiere que en los últimos tres años, Jalisco y Michoacán han liderado la lista de las entidades mexicanas más beneficiadas por esta entrada de dinero.
Del total de remesas que se enviaron sólo en junio, tres mil 501.3 millones de dólares fueron por transferencia electrónica, con 10 mil 312 operaciones; 22.6 millones de dólares fueron en efectivo y especie, con 67.2 mil transacciones; mientras que 12.9 millones fueron de money orders, es decir, prepagos, con 14.3 mil operaciones.
De la Cruz comentó que este resultado refleja que las familias de origen mexicano que se encuentran en Estados Unidos han podido sortear el desempleo que hay en aquel país, lo que les ha permitido mantener el envío de recursos.
“Fue sorpresivo, nadie lo esperaba. Fue una buena noticia para las familias mexicanas que dependen de este ingreso, sobre todo las más pobres en niveles de ingreso, porque con ello ayudó a mitigar la situación que se vive en el país”, explicó el especialista.
En marzo, se dio a conocer el crecimiento inédito de 48.48 por ciento en los envíos, ante lo cual el Presidente Andrés Manuel López Obrador agradeció a los paísanos en el extranjero por el envío de divisas. “Doble, triple agradecimiento a nuestros paísanos migrantes, porque todo esto ayuda mucho”, sostuvo.
Banorte Casa de Bolsa destacó que en el primer semestre del año el flujo de remesas acumuló 19 mil 074.9 millones de dólares, lo que representó un incremento de 10.6 por ciento anual con respecto al año anterior. A su vez, este monto fue equivalente 3.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), cifra no vista desde hace tres años.
El director del Idic subrayó que este resultado es una combinación de la parte estructural del seguro de desempleo en Estados Unidos junto con los apoyos que el gobierno de aquel país ha dado ante la contingencia por Covid-19.
Abundó en que el hecho de que no cayeran aun con la pandemia es un suceso atípico, sobre todo porque se registró una baja brusca en el empleo; sin embargo, explicó que para el tercer trimestre, salvo que hubiera un confinamiento en Estados Unidos, las remesas van a seguir registrando resultados positivos.
En este sentido, Banorte destacó que la tasa de desempleo para trabajadores mexicanos en Estados Unidos pasó de 4.3 por ciento al cierre de 2019, a 15.9 por ciento en el segundo trimestre de este año; ligeramente por debajo del promedio observado para trabajadores hispanos o latinos, cuya tasa pasó de 4.2 por ciento a 17 por ciento.
“A pesar de que los niveles de desempleo se han disparado, los apoyos recibidos por el gobierno estadounidense han permitido que el flujo de remesas siga fluyendo hacia México”, resaltó Delia Paredes, directora ejecutiva de Estudios Económicos de Banorte.
BBVA manifestó que, es posible que, debido a las limitaciones de movilidad transfronteriza, muchos migrantes transfronterizos y commuters (personas que regularmente viven en México y trabajan en Estados Unidos) decidieron hacer el envío del dinero por el sistema financiero en vez de entregarlo en persona como habitualmente lo hacían previo a la pandemia.
“Aquellos estados que tienen diásporas con más tiempo en EU pudieron haber enfrentado en mejores condiciones la crisis por la pandemia que aquellos migrantes de estados de más reciente llegada. Este mayor arraigo puede estar relacionado con un mayor porcentaje de migrantes con ciudadanía y residencia permanente”, indicó.
De la Cruz hizo hincapié en que las remesas aportan hasta 3.5 puntos al PIB, por lo que no son una solución a la crisis económica que vive el país, aunque sí ayudan, aunque de forma marginal.
fgr