El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) ajustó a la baja su estimación del Producto Interno Bruto (PIB) del país al cierre de 2020, al pasarla de -9.5 por ciento a -10 por ciento, debido a la incertidumbre del impacto de la crisis económica y sanitaria por COVID-19.
En videoconferencia de prensa, Ángel García-Lascuraín Valero, presidente nacional del IMEF, comentó que varios indicadores comenzaron a mostrar mejoría en los últimos dos meses, lo que sugiere que el punto más bajo de la actividad económica se tocó durante abril y mayo, cuando mayor disrupción generaron las medidas para prevenir el contagio del coronavirus.
Sin embargo, afirmó que persiste una elevada incertidumbre sobre el camino de la recuperación, principalmente por la falta de una vacuna efectiva contra el padecimiento.
En este sentido, refirió que los principales riesgos que ven en el mediano plazo son: una mayor debilidad estructural de las finanzas públicas, el impacto de la crisis sobre los ingresos presupuestarios del gobierno federal, la austeridad de las autoridades que afecta la su operación, y el incremento en los niveles de deuda pública como proporción del tamaño de la economía.
Al respecto, Mario Correa, vicepresidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, señaló que es probable que el aumento de la deuda pública pueda utilizarse para el refinanciamiento de los pagos que se tienen que hacer a futuro, lo que implica un riesgo respecto a que sí la posición fiscal se debilita, puede generar una baja adicional en la calificación de la deuda y aleje inversiones.
El IMEF prevé que la recuperación económica tome varios años, debido al impacto que ha dejado la crisis actual en las plazas laborales, las cuales estimó en una baja de un millón 200 mil de las registradas ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al cierre del año, cifra que no tuvo modificaciones respecto a su reporte anterior.
“Previo a la pandemia ya veníamos con una situación de problemas en el crecimiento económico y atracción de inversión. Ya van cinco trimestres a la baja en el PIB. Aun si volviéramos a una reactivación plena, que es difícil sin una vacuna, estaríamos llegando a una economía muy afectada por las empresas que ya no existen. Vamos a partir de una base económica reducida”, dijo García-Lascuraín Valero
Asimismo, se refirió que se requiere mejorar el ambiente de inversión hacia el país, porque la pandemia destruyó miles de empresas y para recuperar el sector laboral se necesitan nuevas compañías.
Positivo el saldo de la IED
En otro tema, el presidente del IMEF consideró que el resultado de la Inversión Extranjera Directa (IED) al primer semestre del año, de 17 mil 969.3 millones de dólares, son buenas noticias ante un ambiente delicado a nivel global, pues tuvo una baja marginal de apenas 0.7 por ciento anual.
Sin embargo, precisó que la gran mayoría de la IED fue reinversión de utilidades (53.5 por ciento), pero la atracción de proyectos nuevos, “los que realmente hacen la diferencia”, apenas abarcan 16.9 por ciento de la inversión foránea.
“Son buenas noticias, pero hablan más de la reinversión de utilidades que del atractivo de México para atraer inversión nueva en las condiciones actuales de severa competencia en el mundo para atraer recursos”, subrayó.
Finalmente, aseguró que un factor que les preocupa es la oportunidad que tiene México con el mercado asiático, ante la guerra comercial que mantiene China con Estados Unidos, pues “falta una estrategia sólida para atraer estas inversiones en la coyuntura actual por parte de la Secretaría de Economía”.
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