El nuevo contrato colectivo que acordaron la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) es regresivo e implica una carga importante para el gobierno en términos de gasto fiscal, afirmó Bernardo González Rosas, presidente de la Asociación Mexicana de Afores (Amafore).
Durante la decimosexta transmisión de la iniciativa #BancaExplica, de la Asociación de Bancos de México (ABM), González Rosas dijo que el contrato colectivo 2020-2022, que permitirá que miembros de dicho sindicato se puedan pensionar a los 55 años y no a los 65 años de edad, no benefician a los que ganan menos, sino a los que ganan más.
“Es fortalecer los esquemas de beneficio que teníamos antes, que todavía prevalecen en algunas empresas productivas del Estado. Son esquemas de pensiones que le cuestan mucho al país y que son regresivas, porque no benefician a los que ganan menos, sino a los que ganan más, porque se gasta más en esas condiciones”, señaló.
Ante esta situación, dijo que habría que ver qué opina la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), porque, sin duda, tienen un costo muy importante para las finanzas públicas.
El pasado 19 de agosto se anunció que el SUTERM y la CFE acordaron reducir los años de servicio y la edad de jubilación, así como un incremento salarial de 3.4 por ciento, como parte de la revisión contractual 2020-2022.
Para que las mujeres se jubilen deben contar con 25 años de servicio sin importar la edad y para los hombres en 25 años de servicio y 55 de edad o 30 años de servicio sin importar la edad.
Al respecto también opinó Héctor Villarreal, director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), quien dijo que regresar a la edad de jubilación de 55 años puede representar un endeudamiento (pasivo contingente) de uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que “claramente el Presidente está rompiendo su promesa de no adquirir deuda”.
Sostuvo que si ese dinero se hubiera utilizado en marzo para programas de apoyo a población vulnerable por COVID-19, “se hubieran salvado vidas y probablemente nuestra economía estaría mejor, en lugar de gastar dinero público en una medida regresiva, quizá ilegal. ¿Cuáles son sus prioridades?”, cuestionó.
Por otro lado, el presidente de la Amafore aseguró que, pese a la volatilidad que ha presentado el sistema financiero por la pandemia de COVID-19, las afores han registrado plusvalías y mejores rendimientos.
Bajo el actual contexto de crisis, la reforma al sistema de pensiones, resultado del diálogo entre el Gobierno y la iniciativa privada, dará certidumbre, porque mantiene las cosas positivas del actual sistema y corrige las deficiencias, agregó el presidente de la Amafore.
Dentro de los aspectos más importantes del proyecto de reforma al sistema de pensiones destaca la disminución de semanas de cotización de 1,250 a 750; así como el alza en la aportación patronal a 13.87 por ciento desde 5.15 por ciento actual.
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