Llama a desarrollar más esfuerzos

OCDE afirma que COVID-19 agrava desigualdad, pobreza e inseguridad

Los esfuerzos de desarrollo global deberían aumentar el enfoque en los estados frágiles a la luz de la crisis de la pandemia, refirió el organismo mundial

La población de México ha enfrentado la crisis por COVID-19
La población de México ha enfrentado la crisis por COVID-19 Foto: Especial.

La pandemia de COVID-19 está agravando la desigualdad, la pobreza y la inseguridad en países y territorios vulnerables o frágiles, por lo que es más importante que nunca centrar los esfuerzos de desarrollo en esos lugares, destacó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En su nuevo informe Estados de fragilidad 2020, encuentra que el progreso en varios Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, incluido el crucial Objetivo 16 relacionado con la paz, la justicia y las instituciones sólidas, se ha estancado o disminuido en lugares frágiles en los últimos años.

Señala que la crisis del coronavirus está afectando los ingresos y la estabilidad en países que ya son pobres y vulnerables, así como la salud y la educación, dos pilares fundamentales del desarrollo sostenible en los estados frágiles.

“El COVID-19 es un shock sistémico global que está exacerbando la fragilidad y los riesgos, frenando el progreso en los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, dijo el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría.

“Mientras continuamos luchando contra la peor crisis sanitaria, económica y social en casi un siglo, debemos poner a las personas en el centro de nuestros esfuerzos de cooperación para el desarrollo para abordar la fragilidad”, añadió.

La OCDE define la fragilidad como la combinación de la exposición al riesgo en cinco áreas: económica, ambiental, política, social y de seguridad, y la capacidad insuficiente del estado o sistema para gestionar, absorber o mitigar esos riesgos.

Así, estima que 23 por ciento de la población y 77 por ciento de los clasificados antes del COVID-19 como extremadamente pobres, viven en contextos “frágiles”. El informe encuentra solo pequeñas mejoras en la fragilidad en los 57 países y territorios que examina.

Refiere que el COVID-19 se suma a las vulnerabilidades económicas, de salud y sociales, exacerbando las presiones existentes que generan fragilidad, conflicto y violencia.

En lugares donde la violencia prevalece o aumenta, mitigar el impacto de COVID-19 requerirá mayores esfuerzos de consolidación de la paz, agrega la OCDE en su informe.

Advierte que las medidas iniciales de respuesta a una pandemia adoptadas por los gobiernos en algunos lugares frágiles corren el riesgo de agravar la pobreza, la desigualdad, la fragmentación social y la represión política, lo que agrava las causas fundamentales del conflicto y la fragilidad.

FGR

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