El sector asegurador ha pagado siete mil 740 millones de pesos (349.96 millones de dólares) por siniestros relacionados con la pandemia, lo que contabiliza lo pagado por seguros de gastos médicos mayores y pólizas de vida, informó Sofía Belmar, presidenta de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Con este dato, la pandemia por COVID-19 ya representa el décimo evento catastrófico con mayor impacto en el México moderno para las aseguradoras actualmente, desplazando a los huracanes Manuel e Ingrid, de 2013, que registraron un pago de 332 millones de dólares; aunque “todavía faltan días por transcurrir”, indicó la dirigente del sector asegurador.
Hace dos semanas, la pandemia por coronavirus se ubicaba en el onceavo lugar de las catástrofes más costosas para el sector asegurador, con 326 millones de dólares, según datos de la AMIS.
En primer lugar se encuentra el Huracán Wilma, con dos mil 302 millones de dólares, le sigue el sismo del 19 de septiembre de 2017, con mil 243 millones de dólares, y el Huracán Odile, en 2014, con mil 238 millones de dólares.
Además, resaltó que el programa de Cobertura Solidario se han indemnizado a 604 familias de personal médico fallecido a causa de la pandemia, lo que representa cerca de 30 millones de pesos.
Asimismo, Sofía Belmar destacó que enfrentan la pandemia con 3.1 veces el capital de solvencia requerido por Ley. En términos generales, la suma asegurada del sector es 284.2 billones de pesos, lo que se “traduce en protección financiera para millones de familias mexicanas, estas sumas aseguradas equivalen a 12 veces el Producto Interno Bruto”.
En la inauguración del Encuentro Digital AMIS, subrayó que la industria aseguradora genera más de 40 mil empleos, y tiene inversiones en bonos del gobierno mexicanos, en proyectos productivos por 1.39 billones de pesos, lo que "nos convierte en el tercer inversionista institucional más importante de México".
MAYOR INCLUSIÓN FINANCIERA
Por otro lado, la presidenta de la AMIS precisó que desde el inicio de su gestión, las aseguradoras acordaron trabajar de manera coordinada con los reguladores en diversos temas para construir una sociedad más resiliente.
Una de ellas es la inclusión financiera, pues según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera de 2018, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), solamente uno de cada cuatro personas cuenta con la protección económica de algún tipo de seguros.
“La exclusión financiera es un factor que agrava la desigualdad social y obstruye el desarrollo económico. Seguiremos trabajando para incrementar la inclusión financiera y generar las condiciones, tanto a cara a cara como digitales que den mayor acceso a la población al seguro”.
En este sentido, Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), al que pertenece AMIS, resaltó que México es un país que se caracteriza por no tener una inclusión financiera, lo que refleja la informalidad ha crecido en el país.
“Creo que en el futuro necesitamos sentarnos a platicar cuáles deben ser los incentivos, para lograr una mayor inclusión financiera. No se trata tan solo de promover el que el Estado le cueste incentivar una determinada rama industrial, estamos hablando de promover realmente estructuras fiscales, legales que nos permitan hacer que más personas entremos a la formalidad”, mencionó el empresario.
