El precio del crudo caía cerca de un 3 por ciento el lunes, extendiendo las pérdidas de la semana previa por el aumento de casos de COVID-19 en Estados Unidos y Europa, que elevaba la preocupación sobre la demanda petrolera, mientras que la perspectiva de una mayor producción también afectaba a la confianza.
De acuerdo con Reuters el referencial internacional Brent perdía 1.11 dólares, o un 2.66 por ciento, a 40.66 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) también cedía 1.11 dólares, o un 2.79 por ciento, a 38.74 dólares el barril.
La caída de estos referenciales se ha registrado desde la semana pasada, cuando el Brent retrocedió un 2.7 por ciento y el WTI entregó un 2.5 por ciento la semana pasada.
Estados Unidos reportó su mayor número hasta la fecha de nuevas infecciones de coronavirus en dos días hasta el sábado, mientras que los nuevos casos en Francia tocaron un récord de más de 50,000 el domingo, subrayando la gravedad del brote.
En lo referente al suministro, la Corporación Nacional del Petróleo de Libia puso fin el viernes a la fuerza mayor a las exportaciones de dos puertos clave y dijo que la producción alcanzará el millón de barriles por día (bpd) en cuatro semanas, un aumento más rápido del previsto por analistas.
"Los nuevos barriles de crudo libio llegan en un momento en que el mercado petrolero acaba de enfrentar la decepción por el panel ministerial de la OPEP+ recientemente concluido, en el que la organización no hizo nuevas propuestas de política", dijo Avtar Sandu, de Phillip Futures en Singapur.
La OPEP+, un grupo de productores que incluye a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y Rusia, tiene previsto incrementar su bombeo en 2 millones de bpd en enero de 2021, tras recortar su producción en una cantidad récord más temprano en el año.
El presidente ruso, Vladimir Putin, indicó la semana pasada que podría acceder a extender las reducciones de bombeo de la OPEP+.