Las compañías eléctricas y de infraestructura de transporte suelen ser particularmente vulnerables a los efectos de huracanes, ya que los fuertes vientos e inundaciones dañan o destruyen fácilmente los activos, por lo que serán los más sensibles con la eliminación del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), estimó Moody's.
A través de un comunicado, la agencia indicó que la restauración de los activos dañados suele ser crucial en los esfuerzos de recuperación, los cuales pueden acelerar u obstaculizar una reactivación exitosa; destacó que el apoyo de los Gobiernos locales y federales ha sido importante para la recuperación.
“Aunque cada gobierno local suele estar dispuesto a financiar la reconstrucción de infraestructura, la incertidumbre en torno al fondeo del Gobierno federal para desastres naturales afecta a los sectores de energía e infraestructura en caso de desastres nacionales recurrentes. Sin embargo, las entidades calificadas se benefician de una fuerte liquidez y pólizas de seguros que ayudan a mitigar la necesidad de fondos".
Asimismo, puntualizó que la cancelación del Fonden supone un riesgo significativo para la industria hotelera, lo que implica períodos de recuperación más prolongados después de las tormentas para un sector que depende en gran medida del turismo internacional .
“Hasta ahora, los huracanes más importantes no han provocado acciones de calificación negativas para las compañías hoteleras. La cancelación del Fonden supone un mayor riesgo para el sector afectado por la pandemia, debido a que este ya se encuentra luchando contra una caída de la demanda del turismo internacional”, manifestó la agencia calificadora.
Moody’s abundó en que el sector de generación de energía eléctrica es clave, más relevante que cualquier otro sector de infraestructura después de una tormenta, pues sin una rápida restauración de la electricidad todo lo demás, incluidas las instalaciones vitales como los hospitales, no pueden reanudar sus servicios y los esfuerzos de recuperación pueden verse obstaculizados.
Al respecto, recordó que la Comisión Federal de Electricidad (CFE, con calificación Baa1 negativa) cuenta con dos pólizas de seguros diferentes que le permiten responder rápidamente a desastres naturales, así como varias políticas internas que describen cómo proceder en caso de desastres naturales.
La agencia indicó, en este sentido, que las aseguradoras en México presentan una sólida solvencia y herramientas significativas de mitigación de pérdidas, como reservas específicas para catástrofes, acuerdos de reaseguro, deducibles y colaterales.
“Esos instrumentos de mitigación otorgan un nivel adecuado de capital con respecto a las exposiciones a pérdidas derivadas de pólizas de seguros que cubren catástrofes. A junio de 2020, las reservas para catástrofes de las aseguradoras mexicanas ascendieron a 48 mil millones de pesos”.