Quien fungiera como director general del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), Gerardo Ferrando Bravo, renunció a su cargo este martes, según confirmó a La Razón una fuente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
“El renunció de manera voluntaria y no tenemos aún la renuncia para ver las fechas (de su renuncia)”, sostuvo.
Entre las tareas que desempeñó en los poco más de dos años que estuvo al frente del grupo, se encontraba la de dirigir la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), aeródromo que inició su construcción en la administración de Enrique Peña Nieto.
Ferrando Bravo se encontraba dirigiendo los trabajos para desmantelar la terminal cancelada y encabezaba de manera activa la conformación del Sistema Aeroportuario Metropolitano (SAM), con el que se busca que converjan el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el Aeropuerto Internacional de Toluca y el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, que se encuentra en construcción.
No obstante, hace un par de meses, una investigación por parte del Órgano Interno de Control (OIC) de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes alcanzó al directivo. La acción de venta de 49 mil toneladas de acero del fallido Nuevo Aeropuerto Internacional de México fue calificada como sospechosa al adjudicarle la licitación a Grupo Gilbert, propiedad de Tomás López Landero, conocido como el Rey de la Chatarra.
La indagatoria del OIC apuntó hacia una posible manipulación por parte de la empresa estatal, que en ese momento estaba a cargo de Ferrando, del proceso de venta del metal para favorecer a Grupo Gilbert.
López Landero, también exdiputado federal del PRI por el distrito 18 de Zongolica, Veracruz, trató de comprar el acero a cuatro mil 30 pesos la tonelada, por debajo del costo internacional, el pasado 18 de junio, a través de la Licitación LPN-GACMEB-01/2020.
Dicha licitación fue impugnada por más de una decena de representantes de las demás empresas concursantes, que consideraron que hubo evidentes actos de corrupción que presumen los nexos de autoridades para favorecer a Grupo Gilbert, lo que motivó la intervención del OIC de la SCT.
El 7 de agosto pasado, en la bitácora de obra se registra que se llevó a cabo la notificación de la suspensión del proceso. “Se notifica al comprador la suspensión temporal de los trabajos motivo del contrato 001-LPN-GACM-EB-01/2020, hasta que el órgano interno de control determine la continuidad de los trabajos”, indica el documento.
Tres días después se hizo entrega al comprador de la relación de copias de la bitácora, en la que se estableció que durante la suspensión, “no deberá de mantener ningún recurso en el sitio de los trabajos”.
Por todo lo anterior, el 10 de agosto, el contrato asignado a Grupo Gilbert fue suspendido, luego de que el proceso resultó cuestionado, al no haber entregado en sobre cerrado como se establecía en la convocatoria, su declaración de ausencia de conflicto de interés.
Por esto, en septiembre un juez aceptó a trámite un amparo y concedió una suspensión provisional en favor de Grupo Gilbert, empresa ganadora de la licitación.
Gerardo Ferrando fue designado por el exsecretario de Comunicaciones y Transportes (SCT) Javier Jiménez Espriú al frente del grupo, el 31 de octubre de 2018; no obstante, cuenta con una amplia carrera en el sector público, como en la Secretaría de Obras Públicas en 1972; y director del Sistema de Transporte Colectivo Metro, de 1984 a 1991.
Formó parte de distintos consejos consultivos, tal es el caso del de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y en el Consejo de Administración de Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta 100. Además de presidir varias asociaciones, como la Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería, la Asociación Iberoamericana de Escuelas de Ingeniería, entre otras.
JVR