La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) ajustó su pronóstico de crecimiento para este año, al ubicarlo en -3.16 por ciento desde -5.3 por ciento previsto en el segundo trimestre del año, resultado de un menor impacto a lo esperado por COVID-19.
En el acumulado al tercer trimestre de 2020, la industria aseguradora registró un decrecimiento de -4.3 por ciento, pero con la conciliación de Petróleos Mexicanos (Pemex), la cifra es de -2.2 por ciento.
Recaredo Arias, director general de la AMIS, explicó que su proyección es el escenario más pesimista, pues espera que la industria aseguradora cierre este año con una contracción de dos por ciento, aproximadamente. Además, la baja de 3.16 por ciento se daría si el Producto Interno Bruto (PIB) nacional es de -8.8 por ciento al finalizar 2020.
“Todavía el último trimestre puede tener una baja un poco mayor. Siendo muy francos, consideramos que este escenario es pesimista. A la vez, esto nos llevaría a que las primas de seguros con respecto al PIB estarían incrementándose del 2.37 por ciento al 2.61 por ciento”, indicó.
Dentro de los principales resultados en el acumulado a septiembre de este año en el sector destaca el avance de las primas directas de pensiones, que cayeron -6.2 por ciento, desde -9.2 que se registró de abril a julio pasado.
También la póliza de daños sin contabilizar autos mejoró su comportamiento, al pasar de -11.4 por ciento en el segundo trimestre del año, a -8.5 por ciento al acumulado del tercer tercio de 2020.
Para el siguiente año, el directivo de la AMIS explicó que hay hipótesis de que el sector asegurador reflejará un efecto rezagado de la pandemia de COVID-19 que se enfrentó en 2020, tal como pasó en la crisis de 2009; por lo que estima una contracción de 0.33 por ciento “prácticamente un estancamiento”, al tomar en consideración un incremento del PIB del 3.21 por ciento.
