El representante del partido demócrata en México, Gricha Raether, aseveró que si la reforma al outsourcing que planteó el Gobierno mexicano transgrede los derechos de una empresa de origen estadounidense o aspectos del T-MEC, habrá algún tipo de intervención del país vecino del norte.
Durante su participación en el panel “Elecciones en Estados Unidos”, que organizó la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), el diplomático señaló que es malo que se “demonice” la práctica del outsourcing, ya que consideró que su prohibición es un movimiento muy peligroso para México y cualquier otro país.
Afirmó que si se respetan los lineamientos establecidos en el T-MEC y no se atenta contra los intereses particulares de las empresas que están en México que vienen de Estados Unidos, el Gobierno americano tendrá poco margen para influir en la administración mexicana.
“Sin embargo, en el momento que se transgreda esos derechos de las empresas y que de alguna forma les afecten directamente, violentando este tratado de libre comercio y los intereses privados en ambos países; ahí sí, sin duda, podría generar algún tipo de intervención. Es una situación muy preocupante y de eso no hay ninguna duda”, advirtió.
Por su parte, Larry Rubin, representante del Partido Republicano en México, sostuvo que para la inversión extranjera el outsourcing es importante, pues es una práctica que se da en todo el mundo.
Resaltó que la subcontratación es una herramienta importante para crear empleo en cualquier país.
“Claro que nos tiene a todos preocupados, y ésto puede ser un detente a la inversión extranjera, entonces es necesario que la misma sea propositiva para los empresarios y la inversión. Es algo muy peligroso el cambiar algo que ya se hace a nivel mundial”.
Por ello, afirmó que atentar contra la creación de empleo “es muy peligroso”, por lo que espera que la legislación que se vaya a plantear sea amigable con la inversión, porque lo último que necesita México es que los inversionistas cuestionen su permanencia en el país.
