Las medidas de distanciamiento social para evitar el contagio de Covid-19, así como el comercio informal que se expandió durante la pandemia, provocaron que la tendencia en la venta de Rosca de Reyes sea 40 por ciento menor a lo que se registró el año pasado, aseguraron integrantes de la industria panificadora mexicana.
En entrevista con La Razón, Carlos Otegui, expresidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora y Similares de México (Canainpa), comentó que la venta de Rosca de Reyes y en la Nochebuena, el 24 de diciembre, son los días más importantes para los panaderos.
Sin embargo, previo al Día de Reyes, que se celebra el 6 de enero, se detectó una tendencia a la baja en cuanto a la venta de roscas. “Puede ser de hasta 40 por ciento lo que se está dejando de vender, pero al final falta el día principal, que es el 6 de enero”, indicó.
Borja Esteban Martínez, director general de la Canainpa, dijo que la industria panificadora tiene la esperanza de que las ventas repunte “ligeramente” este Día de Reyes y así se aminore el impacto que los establecimientos han padecido por la crisis económica que derivó del Covid-19.
La caída en ventas podría explicarse por las restricciones para llevar a cabo reuniones familiares y laborales, así como el repunte en la informalidad, pues hay muchos domicilios que está vendiendo roscas ante el desempleo, explicó Otegui.
Afirmó que la competencia desleal que viven todo el año con el pan dulce y blanco ahora se verá con las Roscas de Reyes, pues se ofrece a un precio más barato que en panaderías, porque no pagan impuestos. Incluso, Canainpa cuestionó la higiene y la calidad de los insumos con las que se preparan estos alimentos.
Hasta 2019 la industria panificadora en México y su cadena productiva alcanzó un valor de mercado de 120 mil millones de pesos, generó un millón 600 mil empleos directos e indirectos y tiene 56 mil establecimientos en el país, de los cuales 80 por ciento son informales.
Borja Esteban Martínez informó que las panaderías han sufrido impactos en sus ventas por el encierro decretado por las autoridades federales. Explicó que los negocios que se ubican en zonas habitacionales registraron pérdidas de 50 por ciento, mientras que aquellos que se desempeñaban entre oficinas, sus ingresos se desplomaron hasta 75 por ciento.
El director general de la Canainpa detalló que con el rebrote de la pandemia se pone en una situación difícil a las panaderías, por lo que incluso se han visto cierre de sucursales.
“Si es una situación que se está dando. Una empresa grande que tenía 50 franquicias cerró 12. Otros que tenían 10 panaderías, tuvieron que cerrar cuatro. Si es un momento difícil”, añadió.