Son 10 meses sin que la música suene a todo volumen en los bares y centros nocturnos que antes nos invitaban a la diversión, eso se acabó con la llegada del virus SARS-CoV-2, que causa el Covid-19, el cual por su paso en nuestro país ha dejado pérdidas al sector de más de 300 mil empleos y el cierre de casi 4 mil establecimientos nocturnos, que en conjunto han generado pérdidas de alrededor de 200 mil millones de pesos.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos (AMBADIC) en el país antes de la pandemia, esta industria generaba 560 mil fuentes de empleo directos, poco más de 300 mil indirectos y había ocho mil negocios activos en todo el país. Data México revela que en el segundo trimestre de 2020 los centros nocturnos, bares, cantinas y similares registraron un Producto Interno Bruto (PIB) de 172 mil millones de pesos, una caída trimestral de 66.5 por ciento.
Las cifras son claras: la industria baja sus luces. Así lo refirió Helking Aguilar Cárdenas, presidente de la AMBADIC, quien afirmó que los bares, discotecas y centros nocturnos buscan reabrir con todas las medidas sanitarias necesarias, tal y como lo hizo la industria restaurantera.
SHCP realiza operación de pasivos
Para alzar la voz aún más fuerte, la Asociación convocó a una movilización el jueves 28 de enero, en la que pidió a los asistentes vestirse de negro y llevar veladoras, así como #VasosVacíos. Claro, sin olvidar el cubrebocas o careta.
No es una marcha ni vamos a hacer bloqueos. Es un mitin en apoyo a la industria nocturna y pidiendo la reapertura lo más pronto posible del sector. Es pacífico, donde vamos a exponer la situación que vive el sector sin ningún tipo de apoyoHelking Aguilar Cárdenas, presidente de la AMBADIC
Se estima que asistan cinco mil personas, aunque originalmente se habló del doble. La Sana Distancia y la logística del evento impidieron convocar a más trabajadores del gremio, quienes también han padecido el confinamiento por su salud, pero con limitados ingresos.
Tal es el caso de una trabajadora de un bar desde noviembre de 2019 en la Ciudad de México, quien pidió el anonimato. En aquella fecha, por cuestiones económicas decidió conseguir un trabajo de medio tiempo, el cual encontró en un Club de jueves a sábado.
“Tenía un sueldo fijo de 500 pesos por día más propinas. Lo mínimo que podríamos sacar (dinero), aunque nos fuera mal, era de 450 pesos, pero había días más elevados, nos tocaba 1,300 pesos de propina por día”, afirmó.
Sin embargo, en febrero, casi a inicios de la pandemia de coronavirus, sus jefes le avisaron que la situación se tornaba complicada, por lo que tenían que prevenirse por si se daba un confinamiento, en ese entonces previsto de un mes. El 13 de marzo el Club donde trabajaba cerró sus puertas.
“Todos pensamos que sólo sería un mes, pero sólo nos dieron largas de reapertura cada que se acercaba la fecha. Ha sido triste, porque uno sí tiene esperanzas. Nos dieron dinero, ya que el Club empezó a sacar fondos con promociones y se recaudaron 70 mil pesos”, afirmó.
La egresada de la carrera de Comunicación y Periodismo, en la UNAM, buscó trabajo ante la incertidumbre de la situación. Estuvo en una agencia de publicidad, pero antes vendió ropa que ya no usaba por internet “y con eso me salía para mi despensa”.
Aseguró que también buscó otras opciones para mantener su estabilidad económica y mandó CV’s a todas las vacantes que pudo, pese a que tenía “un trabajo estable”. Ahora ya no tiene empleo y afirma que “la situación está muy difícil”.
RESTAURANTES LO LOGRAN
Asimismo, la mujer de 27 años cuestionó lo que calificó de insensibilidad por parte de algunas personas que rechazan la apertura de restaurantes o centros de entretenimiento. Dijo que si bien coincide en algunos puntos, “la gente que habla nunca ha trabajado en este sector”.
La movilización de la Asociación de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos no es la primera que se da dentro del gremio del entretenimiento. Bajo el lema #AbrimosOMorimos, los restauranteros de la Ciudad de México convocaron a un ”cacerolazo” para que se les considerara como sector esencial.
Lo anterior luego que desde el 18 de diciembre de 2020 el Estado de México y la Ciudad de México permanecen en semáforo rojo, ante el alza de contagios de Covid-19 entre su población.
Los restaurantes desafiaron a las autoridades capitalinas el 11 de enero de 2021. Aun con restricciones, establecimientos como Sonora Grill, Fisher's y Potzolcalli abrieron y llamaron a los comensales a confiar en las medidas sanitarias de los lugares.
Según la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) sin una reapertura, 80 por ciento de los negocios podrían quebrar; sin embargo, el 18 de enero pasado lograron reabrir, tras mesas de trabajo con las autoridades, bajo restricciones, como limitación de aforo y sólo aquellos con espacio al aire libre.
Aunque se dio la opción de reconvertir bares a restaurantes para reabrir, no todos pudieron hacerlo y los que sí, se enfrentaron a otros retos iguales o más severos. Esto le sucedió a Carlos Ramos, quien tiene dos establecimientos nocturnos en la alcaldía Cuauhtémoc y es vicepresidente ejecutivo de la AMBADIC.
Señaló que instalaron una cocina para servir comida corrida y snacks; sin embargo, funcionó “medianamente”, porque la gente no va a comer a los bares, pero instalar la infraestructura disminuyó sus ingresos.
“Los caseros, si bien nos han ayudado bajando la renta, no hay una ayuda total y económicamente sin ningún ingreso es difícil. Estamos en el momento más complicado”.
Para sobrellevar los gastos, como la renta e impuestos y sueldos, Carlos Ramos aseguró que ha buscado ingresos por todos lados: venden comida a domicilio e incluso la familia los ha apoyado. Su esposa, por ejemplo, ha buscado la forma de llevar ingresos a su casa.
La ayuda de los bares, y las familias de los trabajadores, es necesaria, afirma.
LE BAJAN A LA MÚSICA
¿Qué es un bar sin música a todo volumen? La pandemia también afectó a los músicos. Así lo relató Ramón Gil Gutiérrez, quien antes del confinamiento por Covid-19, a casi un año, se desempeñaba como músico en centros nocturnos de forma eventual.
La decisión de salir a trabajar o cuidar su salud es el principal debate que encontró entre su gremio. Él decidió privilegiar lo segundo, pues vio fallecer a cinco compañeros tras una fiesta clandestina en noviembre pasado.
“He enfrentado esta situación con ahorros, la solidaridad de pareja y familiar; pero llega un momento en que se empieza a agotar. Siguen los gastos, los compromisos con tarjetas y rentas. En el caso personal de la música, lo que han hecho los que son de provincia es que se regresaron a sus casas”, detalló.
Cada quien se rasca como pueda, detalla en tono desalentador, pero firme, otros estamos por acabarnos los ahorros y ahora diversificamos el trabajo con arreglos musicales, mezclas, pero el punto que nos está llegando a todos es que la gente está cerrando todo.
Las esperanzas están puestas en poder reabrir pronto, aunque la pandemia no de tregua, con más de 152 mil 016 muertes en México.
PLAN DE REAPERTURA
Además de reabrir y trabajar, el presidente de la Asociación de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos busca que los trabajadores tengan acceso a programas de apoyo social que ha anunciado el gobierno, tal y como sucedió con la industria restaurantera.
Además, prepararon un protocolo para que los bares puedan volver a ver la luz, privilegiando la Sana Distancia y las medidas sanitarias. El debate está puesto y la industria sólo pide trabajar para subsistir.