El impacto en la productividad laboral de las empresas que no tienen una estrategia para el trabajo en el esquema de home office disminuyó a más de 50 por ciento en los últimos cuatro meses, aseveró Adriana Casillas, directora de Life Beyond Work, plataforma que apoya a las compañías a optimizar el teletrabajo.
En entrevista con La Razón, explicó que hace cuatro meses 40 por ciento de las compañías decía que el trabajo remoto había impactado positivamente en la productividad de su plantilla; sin embargo, actualmente la misma opinión la tienen sólo 18 por ciento de las firmas.
Lo anterior, luego de que resaltara que la falta de seguimiento a los equipos de trabajo por parte de las compañías hace que se pierda la productividad, pues los trabajadores al no saber las metas corporativas y sus funciones individuales merma su productividad.
“Si seguimos con esta tasa de disminución de productividad en cuatro meses más ya ninguna empresa va a ser productiva trabajando a distancia. Para los colaboradores el no saber si son funcionales para la empresa los estresa y desmotiva, trabajan sin rumbo. Los dueños deben aprender a comunicar metas, sino dañan el estado emocional de los trabajadores”.
El estudio “Digital Consumer Trends en México 2020”, elaborado por Deloitte, destacó que a 38 por ciento de los empleados le resultó más difícil trabajar desde casa por el incremento de trabajo, ya que no cuentan con un horario establecido para realizar sus funciones.
Al respecto, Adriana Casillas expresó que esta problemática responde a que no hay una planificación de metas por parte de los empleadores.
“Con el trabajo a distancia se pretende que el horario sea un tema secundario. La gente debe aprender a trabajar por objetivos y se deben enfocar en acciones que realmente impactan en el cumplimiento de sus metas. Invertir de forma correcta el tiempo y organizarse de manera efectiva”, dijo.
Por otro lado, el estudio de Deloitte también apuntó que 27 por ciento de los encuestados afirmó que se conectaba a su trabajo por medio de varios métodos y se sentía abrumado; 26 por ciento mencionó que fue más desafiante coordinar los tiempos para hablar con compañeros o clientes y a 20 por ciento le resultó difícil no poder hablar cara a cara.
Antes de la pandemia, explicó Casillas, en México y el mundo 25 por ciento de las empresas implementaba el trabajo remoto; mientras que tras el confinamiento este nivel repuntó hasta 75 por ciento. Además, 60 por ciento de las firmas pretende quedarse en un esquema laboral híbrido, es decir, algunos días presenciales o otros vía remota.
En este sentido, Deloitte también apuntó que la Ley de Home Office que entró en vigor el 12 de enero de este año no se ha implementado durante el confinamiento en la mayoría de las compañías, ya que no se aplica por voluntades de los trabajadores y los empleadores, sino porque así lo disponen las autoridades sanitarias.
“Es una de las zonas grises en relación a este tema. Hay dos posturas, una que la misma Ley entró en vigor un día después de su aplicación; y otra que no proviene de un acuerdo de voluntades, aunado al hecho de que los trabajadores se encuentran en sus casas, no por voluntad propia o en acuerdo con el patrón, sino por una resolución sanitaria”, expresó Germán de la Garza, líder de servicios laborales de Deloitte.
La directora de Life Beyond Work ejemplificó que a las empresas en promedio les cuesta 300 pesos por mes tener un colaborador trabajando a distancia; sin embargo, en una oficina les cuesta dos mil 500 pesos por su espacio de trabajo. Por lo que aún con los apoyos que están en la Ley de Home Office es mucho más rentable este esquema.
Los principales puntos de los cambios a la Ley Federal del Trabajo sobre el teletrabajo son su conceptualización; es decir, consiste en el desempeño de actividades remuneradas en lugares distintos a los establecimientos del patrón.
Además, no se considerará aquel que se realice en forma ocasional y las condiciones de esta modalidad deberán de constar por escrito y deberá de contener los requisitos de los contratos previamente establecidos.
“El mayor reto está en la capacitación. A los líderes, para volverse flexibles en manejar equipos de forma remota; y que los trabajadores realicen sus actividades sin que tengan una supervisión permanente”.