El Producto Interno Bruto (PIB) de México caerá 3.5 por ciento al primer trimestre de 2021 por la crisis de gas natural que enfrenta el país que afecta principalmente la zona norte, prevé el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic).
A través de un análisis, explicó que la aparición del COVID-19 y la crisis energética de febrero han puesto a prueba la fragilidad estructural, gestada en los últimos 40 años, del sistema productivo nacional. Incluso, dijo que la economía mexicana debe ser considerada como un tema de seguridad nacional.
“El costo será hasta de un punto del PIB en febrero y sus efectos se extenderán a los primeros días de marzo. Durante el primer trimestre del año, de forma preliminar, la economía nacional retrocederá cerca de 3.5 por ciento. Será hasta abril cuando se presenten datos positivos en materia de crecimiento”, puntualizó.
Con esto, México volverá a registrar una variación negativa durante el segundo mes del 2021, será la número 20 de forma consecutiva, destacó el Instituto.
Es importante mencionar que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que la economía nacional cayó 8.5 por ciento, con datos oportunos, el año pasado por la pandemia de Covid-19.
Las bajas temperaturas que se registraron en el sur de Estados Unidos, principalmente en Texas, provocaron una reducción en la importación de gas natural hacia México. A partir del 12 de febrero diversas industrias, como la automotriz, frenaron la producción ante la escasez del combustible.
El incremento súbito en el precio del gas texano (hasta 6 mil por ciento) y el cierre de su venta fuera del estado de origen repercutieron en el paro parcial o total de las empresas mexicanas afectadas, mencionó.
El Idic dijo que el proceso de recuperación no será inmediato, ya que dependerá tanto del estado en el que se encuentren los ductos de gas en Texas, de la disminución en el precio del energético y de la reactivación de la maquinaria y equipo apagada por las empresas que requieren gas y electricidad.
Finalmente, aseguró que la solución se encuentra en elevar la inversión productiva en el sector energético a través de un programa público-privado enfocado al fortalecimiento de esta actividad con una sólida lógica de contenido nacional en materia de los insumos que se utilizan en su construcción.