La inversión fija bruta y el consumo privado en México cerraron 2020 con caídas récord de 18.2 y 11 por ciento a causa del impacto económico del Covid-19 y el deterioro del clima de negocios, mientras que en febrero de este año, la producción de vehículos continúo reflejando los estragos de las restricciones por la pandemia, pero también los efectos del reciente suministro limitado de gas natural por las bajas temperaturas en Texas.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que la inversión fija bruta o inversión en activos fijos acumuló una caída de 18.2 por ciento durante 2020 con cifras originales, su mayor contracción anual desde la crisis de 1995, cuando se desplomó 35.8 por ciento.
A su interior, el gasto efectuado en construcción disminuyó 17.4 por ciento, su quinto año de retroceso y también la más profunda desde 1995, mientras que el de maquinaria y equipo cayó 19.3 por ciento de enero a diciembre del año pasado respecto al mismo periodo de 2019, con lo que hila dos años a la baja.
La contracción de 18.2 por ciento en la inversión fija fruta durante 2020 es grave pero no sorprende, pues es una cifra que ya estaba prevista por los expertos.
“La caída es muy grave pero no sorprende, porque ya conocíamos los datos de la caída del PIB y es un referente muy importante. En las estimaciones que teníamos ya estaban descontados estos niveles, por lo que estas caídas ya estaban previstas, pero sí es preocupante”, apuntó a César Salazar, profesor de Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM.
Explicó que la inversión un componente muy importante para que haya crecimiento, “lo quiere decir que si no hay inversión va a ser muy difícil que crezcamos como queremos”.
Ahora hay menos capital en el país, apuntó, “porque la crisis generó incertidumbre a los empresarios, quienes no pusieron más dinero en sus plantas, decidieron no abrir una nueva empresa o una nueva planta, no renovaron equipos; entonces para tener los niveles de 2018, tendría que crecer aceleradamente la inversión, pero si no, no vamos a salir rápido, la estimación se mantiene en que recuperaremos el nivel en unos cuatro años”.
Por su parte, el consumo privado interno registró una caída de 11 por ciento en 2020 respecto al año previo, su mayor caída desde que inició el registro de este indicador en 1994, con cifras originales, afectado por el impacto de la pandemia de Covid-19.
El Inegi reportó que, por componentes, el consumo en bienes y servicios de origen nacional cayó 10.5 por ciento y en bienes de origen importado bajó 15.1 por ciento el año pasado respecto a 2019.
La directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, Gabriela Siller, refirió que el consumo privado registró una contracción anual ya que la trayectoria de la pandemia no fue del todo favorable a lo largo del 2020, las restricciones y la cautela de los consumidores se mantuvieron, lo que limitó el rebote con la reapertura y el ritmo de recuperación los meses posteriores, abundó.
Por otra parte, en febrero de 2021, la producción de vehículos ligeros se desplomó un 28.85 por ciento respecto al mismo mes del año pasado, a 238 mil 868 unidades, su segundo retroceso anual al hilo y el mayor desde junio pasado, debido al limitado suministro de gas, restricciones por el Covid-19 y el desabasto mundial de semiconductores electrónicos.
El Inegi informó que en el primer bimestre del año la producción fue de 517 mil 579 unidades, con una baja de 22.03 por ciento respecto a igual lapso de 2020.
A su vez, las exportaciones cayeron un 21.80 por ciento frente al mismo mes de 2020 a 213 mil 987 automóviles, también segundo retroceso consecutivo y el mayor desde junio 2020.
Las exportaciones automotrices resultaron afectadas en febrero por bloqueos de los normalistas en el acceso al Puerto Lázaro Cárdenas en Michoacán y de la comunidad Yaqui en autopistas del sur de Sonora.
Así, de enero a febrero la exportación de vehículos ligeros sumó 437 mil 520 unidades, con una caída de 14.61 por ciento respecto al mismo bimestre de 2020.