El presidente entrante de la Cámara de la Industria de la Transformación (Caintra) Nuevo León, Rodrigo Fernández Martínez, señaló que las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) son la primera línea de defensa social en México, por lo que hay que atender los problemas energéticos y laborales que las limitan.
En su primer mensaje como representante de los industriales de Nuevo León, el empresario comentó que las Pymes son prácticamente la totalidad de las empresas en el país y crean un enorme impacto al generar 67 por ciento de los empleos y contribuir con 37 por ciento de la producción nacional.
No obstante, éstas observan con preocupación los inminentes impactos en temas críticos en su estructura de costos: energéticos como laborales. En el primer punto, explicó, consumen casi 40 por ciento del total de la energía eléctrica nacional.
“Actualmente ya existen diferenciales de 80 por ciento en la tarifa eléctrica de una Pymes en México contra una en Estados Unidos; o incluso de más de 130 por ciento si las comparamos con empresas similares en Texas. Por ello lamentamos profundamente el sentido en que fue aprobada la reforma a ley de la Industria Eléctrica”, destacó.
Al respecto, abundó que México seguirá creciendo, tanto en población como en calidad de vida; por lo que en los próximos años se necesitarán mayores fuentes de energía eficientes, de poco impacto ambiental y bajo costo como el gas natural o la generación de electricidad con fuentes renovables.
“Es crítico que encontremos alternativas y desarrollemos la infraestructura y el aprovechamiento de recursos naturales que nos permitan estar preparados para satisfacer esta demanda”
En el tema laboral, abundó en que las pequeñas y medianas empresas generan casi siete
de cada 10 empleos, por lo que no consideró viable la prohibición del outsourcing o subcontratación laboral, pues sería una medida complicada para 95 por ciento de las empresas en México que tienen hasta 10 trabajadores.
En la recuperación económica, las exportaciones hacia Estados Unidos darán un empujón, pero “nos falta reactivar el potencial interno de nuestra economía a través del consumo e inversión, y para ello, un ingrediente clave es la certidumbre”.
Finalmente, añadió que las empresas de México, desde la más pequeña, hasta la más grande en la industria, requieren de reglas claras y sin cambios abruptos que les dé certidumbre para operar, invertir y generar empleos.