Un crecimiento de 5.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para el país es factible para este año, aunque no será sostenible ni duradero sin inversión productiva en el mediano y largo plazos, resaltó un miembro de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
En la minuta de la Reunión de la Junta de Gobierno del Banco de México, con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 25 de marzo de 2021, se explicó que la mayoría de los integrantes destacó el incremento en las expectativas de crecimiento de la economía mexicana para 2021.
Esto se debe principalmente a un mayor impulso de la demanda externa y a la previsión del avance en el proceso de vacunación.
Sin embargo, uno acotó que, pese a que es viable que la economía crezca 5.0 por ciento, hay elementos de riesgo. “Sostuvo que este crecimiento no será sostenible ni duradero en ausencia de una recuperación importante de la inversión productiva en el mediano y largo plazos”.
Hace unos días, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) presentó el documento Pre-Criterios 2022, en el que estableció que la economía mexicana crecerá 5.3 por ciento este año, entre un rango de 4.3 por ciento y 5.3 por ciento.
El Banco de México proyectó que el PIB puede alcanzar niveles de 4.8 por ciento.
La mayoría de los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México notó que la actividad productiva continúa operando con un amplio nivel de holgura, aunque uno comentó que la holgura podría disminuir conforme la reactivación económica sea más vigorosa, y otro agregó que será marcadamente diferente entre sectores.
El documento afirmó que otro miembro resaltó que, a pesar de la mejoría de la recuperación esperada, destacan riesgos, tales como mayores contagios o retrasos en el programa de vacunación, afectaciones en el suministro de insumos para la producción y volatilidad en los mercados financieros.
También el deterioro en la calidad de la cartera crediticia, menores ingresos publicos, afectación al riesgo soberano y al acceso a los mercados financieros, e incertidumbre que afecte a la inversión.
INFLACIÓN
Todos mencionaron que se prevé un aumento de la inflación general en los próximos meses. La mayoría señaló que esta resentirá transitoriamente los efectos aritméticos asociados a la reducción en los precios de los energéticos del año pasado.
Sin embargo, comentaron que la pausa de febrero en el ciclo de relajamiento de la tasa de interés no significa que este haya terminado y que hacia delante estarán atentos por si se presentan las condiciones necesarias para continuarlo.
“Si bien la política monetaria puede contribuir a la recuperación, debe hacerlo sin poner en riesgo la estabilidad de precios”. Por decisión unánime, la Junta de Gobierno mantuvo en 4.0 por ciento la tasa de interés.
ntb