Una de las tendencias inmobiliarias que trajo consigo la pandemia de COVID-19 fue la preferencia por desarrollar vivienda adecuada para hacer home office, más allá de buscar crear más espacios de oficinas, señaló Gregorio Sánchez, director corporativo de negocios del Banco Inmobiliario Mexicano (BIM).
En entrevista con La Razón, explicó que los desarrolladores de vivienda tienen que estar atentos a los cambios que van a demandar los clientes, porque está claro que el home office llegó para quedarse y actualmente todavía hay espacios de oficinas que están vacíos precisamente por las facilidades de trabajar en casa.
Un estudio de la consultoría KPMG reveló que seis de cada 10 empresas tienen contemplado continuar con el home office por las ventajas operativas y de capital humano que provocó. En este sentido, la firma Solili advirtió que en el primer trimestre del año hubo 2.3 millones de metros cuadrados vacíos de oficinas, un aumento de 1.6 por ciento.
“Hay que tomar en cuenta que algunos corporativos seguirán con el home office, por lo que se buscará vivienda con otro tipo de amenidades, sobre todo que puedan tener conexiones para desarrollar su trabajo. Habrá que estar atentos a estos cambios que ya suceden en México, porque incluso pueden venir extranjeros a rentar una casa aquí para trabajar”, previó el experto.
Otro nicho que detectó el Banco para el desarrollo de viviendas fue la reactivación del sector turismo, que tiró la colocación en 40 por ciento sólo en Quintana Roo el año pasado. Reconoció que la reactivación del mercado será desigual en las distintas regiones del país.
Las oportunidades inmobiliarias que derivaron de la pandemia provocaron que BIM no reigstrara bajas en la colocación de créditos, ya que en los primeros cinco meses del año reportó un crecimiento de 30 por ciento respecto al año pasado.
Lo anterior también estuvo impulsado, precisó Gregorio Sánchez, a que sus cuentahabientes, principalmente empresariales, no se retrasaron en saldar sus créditos a pesar del COVID-19. Al respecto, dijo que 400 créditos entraron al programa de diferimiento de pagos que otorgó la banca comercial el año pasado en apoyo a los clientes.
El año pasado se esperaba que fuera malo, por la pandemia, pero los clientes nos han manifestado que no estuvo mal y vendieron más vivienda terminada. Los que tal vez tuvieron un mayor problema fueron los que tenían algún desarrollo en construccióndijo.
Para este año, el Banco Inmobiliario Mexicano espera colocar 10 mil millones de pesos en créditos, lo que se traduciría en el financiamiento para hasta 13 mil viviendas en el país.