El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF), advirtió que los denominados activos virtuales y monedas estables pueden resultar riesgosos para los usuarios y las instituciones del sector financiero, ya que su valor está sujeto a una gran volatilidad.
En su cuadragésima cuarta sesión ordinaria, las autoridades financieras integrantes de esta instancia de coordinación reiteraron las advertencias sobre los riesgos inherentes a la utilización de activos virtuales como medio de cambio, como depósito de valor o como otra forma de inversión.
Enfatizaron además que estos activos virtuales no constituyen una moneda de curso legal en México ni tampoco son divisas bajo el marco legal vigente, ya que su valor está sujeto a una gran volatilidad y pueden resultar riesgosos para los usuarios y las instituciones del sector financiero.
Asimismo, reiteraron que actualmente las instituciones financieras del país no están autorizadas a realizar y ofrecer al público operaciones con activos virtuales, con el fin de mantener una sana distancia entre estos y el sistema financiero.
Tampoco se ha autorizado la oferta del servicio de manejo de saldos denominados en pesos o divisas derivados de depósitos del público en general, a través de esquemas tecnológicos relacionados con cadenas de bloques o registros distribuidos, denominados “monedas estables”, ya que para ello se debe contar con una autorización que faculte a la entidad a captar recursos del público.
Los integrantes del CESF enfatizaron que las autoridades mexicanas continuarán el proceso de análisis profundo para identificar aquellas tecnologías innovadoras que pudieran generar un beneficio desde la perspectiva de eficiencia o funcionalidad.
Por otra parte, señalaron que los mercados financieros mexicanos han presentado cierta volatilidad, principalmente en el mercado cambiario, y las tasas de interés registraron aumentos en sus plazos más cortos y ajustes acotados en el resto.
En este contexto, persisten riesgos externos para el sistema financiero mexicano asociados a condiciones financieras globales más restrictivas y volátiles y a una recuperación de la economía global con mayor heterogeneidad entre sectores y países en el mediano plazo, anotaron.
En virtud del impacto de la pandemia de COVID-19 sobre la economía y el sistema financiero mexicanos, subrayaron que continúa la incertidumbre respecto a sus efectos sobre la cartera de crédito asociada a los sectores más vulnerables o acreditados cuyos ingresos han sufrido las mayores afectaciones, si bien se cuenta con reservas y contragarantías para mitigar dichos riesgos.
También continúa el riesgo que la concentración en las fuentes de financiamiento representa para algunas instituciones, agregó el CESF en un comunicado,
Adicionalmente, apuntó, persiste el riesgo de un menor dinamismo en la demanda interna y de ajustes en las calificaciones crediticias para el soberano y Pemex, si bien esto último atenuado por las recientes ratificaciones de calificación de las agencias calificadoras internacionales.
No obstante, el sistema financiero mexicano ha continuado mostrando resiliencia y una posición en general sólida, destacó el consejo, conformado por el secretario de Hacienda y el gobernador del Banco de México, entre otras autoridades.
