La agencia calificadora HR Ratings ajustó al alza su expectativa de crecimiento para México al cierre de 2021, al pasar de 4.0 por ciento esperada en febrero pasado, a 5.9 por ciento.
En sus nuevos escenarios macroeconómicos, HR Ratings señaló que la economía mexicana mostró resiliencia durante el primer trimestre de 2021 pese a las medidas de confinamiento por la pandemia de COVID-19; mientras que de abril a junio se notó el avance del sector servicios, contrario al deterioro que ha sufrido la industria manufacturera por el escenario adverso que enfrenta la industria automotriz.
“Considerando un mejor desempeño en los primeros cinco meses del año con respecto a nuestros escenarios macroeconómicos de febrero, apoyado por la recuperación del mercado laboral y el efecto indirecto de la fuerte política fiscal estadounidense, estamos revisando nuestra estimación de crecimiento económico a 5.9 por ciento”, detalló.
Abundó que esta expectativa contempla una caída mensual de la economía en agosto derivado del escenario adverso por la tercera ola de contagios de coronavirus.
“Dentro de las consideraciones para asumir un debilitamiento de la actividad económica durante el tercer trimestre y quizá la más importante, es la lentitud en el proceso de vacunación en el país”.
Sin embargo, este repunte en su expectativa no benefició a la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) del país para 2022, pues revisó a la baja su previsión, desde 2.8 por ciento a 2.7 por ciento.
Asimismo, a largo plazo mantuvo un crecimiento potencial de 2.0 por ciento real anual para el país, aunque este se alcanzaría antes ya que se retomaría el nivel prepandemia a finales de 2022 y principios de 2023, es decir, un año antes de lo previsto.
PRESIONA LA INFLACIÓN
HR Ratings también modificó su escenario para la inflación. Consideró que al cierre de año se ubicará en 6.0 por ciento, luego de considerarla en 3.9 por ciento a inicios de 2021. Esto se explica, dijo, por la fuerte contaminación que ha presentado el subíndice subyacente durante el segundo trimestre y que tardaría más tiempo en disiparse.
“En particular, destacamos las presiones en costos por los cuellos de botella en diferentes sectores de la economía que enfrentan una mayor recuperación de la demanda. Para 2022 estimamos una importante disminución de la inflación a 3.65 por ciento, aunque por encima del 3.53 por ciento previo”.
En el mediano plazo, la agencia calificadora estimó una convergencia en la inflación a 3.5 por ciento, en línea con las expectativas del mercado y posteriormente se consolidaría en 3.45 por ciento en el largo plazo, lo que implicaría que estaría dentro del umbral del rango objetivo del Banco de México (Banxico), de 3.0 por ciento +/- un punto porcentual.
Por ello, previó un cambio en la política monetaria por la inflación y las diferencias entre las opiniones de los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México.
Proyectó dos incrementos adicionales de 25 puntos base en lo que resta del año, lo que llevaría la tasa a 4.75 por ciento al cierre de año.
Para 2022, dijo que la tasa de referencia se ubicará en 5.0 por ciento con respecto al 3.75 por ciento que consideró en febrero, lo que implicará una política menos expansiva ante las presiones inflacionarias observadas en 2021 y el primer trimestre del próximo año.