De las 32 entidades del país sólo Tabasco, Morelos, Oaxaca y Yucatán mostraron un avance anual importante en el sector de la construcción en mayo pasado, impulsados principalmente, por las obras de infraestructura de la actual administración; sin embargo, la producción de esta industria en general se encuentra lejos de recuperar los niveles de 2019.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer que la construcción registró un avance de 6.1 por ciento en mayo de 2021 respecto al mismo mes del año pasado, cuando, por la pandemia de Covid-19, se desplomó hasta 28.1 por ciento, por lo que la base de comparación es baja y por ende, no se puede hablar todavía de una recuperación.
El avance respondió al incremento en este sector en Tabasco, en 417.5 por ciento a tasa anual; Morelos, con 125.6 por ciento; Oaxaca, con 121.3 por ciento; Yucatán, con 96.6 por ciento; y Chiapas, con 69.6 por ciento.
El valor de la producción en Tabasco en los subsectores de transporte y urbanización, así como de petróleo y petroquímica, se dispararon año contra año más de mil por ciento, con base en datos del Inegi a precios constantes; la edificación, electricidad y telecomunicaciones se duplicaron; el único componente que cayó por completo fue el de agua, riego y saneamiento.
Cabe mencionar que esta entidad concentra dos importantes obras de la actual administración: la refinería de Dos Bocas y dos estaciones del Tren Maya. Yucatán y Chiapas, por donde también pasa el proyecto ferroviario, tuvieron un avance en el subsector de transporte y urbanización de la construcción de 196 por ciento y 58 por ciento, respectivamente.
Caso contrario sucedió con el resto de los estados en el país, que presentaron en mayo un ritmo más lento en el sector de la construcción, que aporta 17.2 por ciento al Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Los peores resultados los obtuvieron San Luis Potosí, con una caída de 53 por ciento; Tamaulipas, con -52.2 por ciento; Colima, con -46.8 por ciento; Quintana Roo, con -44.7 por ciento; y Tlaxcala, con -43.7 por ciento.
El desarrollo desigual de esta actividad económica provocó que en los primeros cinco meses del año, la construcción registró una contracción de 8.0 por ciento, empujado por los retrocesos en la edificación, de 8.9 por ciento y las obras de ingeniería civil, que cayeron 8.1 por ciento.
RETOS A FUTURO. Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base, explicó que la inestabilidad del sector construcción se ha reflejado en los cambios en el valor de la producción de las empresas durante el año, ya que no ha logrado una recuperación económica relativa a su nivel prepandemia.
Consideró que continúan los riesgos para este sector, derivado de factores como posibles retrocesos en el semáforo epidemiológico a raíz de la nueva ola en los casos de Covid, y el alza en precios de materiales para la construcción.
“La falta de inversión pública en entidades federativas donde no se llevan a cabo los proyectos insignia del Gobierno y la falta de inversión privada, por la incertidumbre en el sector y en el país también son un riesgo para el sector”, dijo.
El Inegi también evidenció que en el desarrollo de vivienda, obras y trabajos auxiliares para la edificación, así como transporte e infraestructura para telecomunicaciones se encuentran únicamente en el sector privado; mientras que este capital no tiene participación en petróleo y petroquímica.