Legisladores de Estados Unidos, tanto demócratas como republicanos, acusaron la lenta implementación de la reforma laboral en México para cumplir con lo establecido en el T-MEC, además de que el Gobierno mexicano discrimina a empresas estadounidenses, principalmente en el sector energético.
El presidente del Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos, el demócrata Ron Wyden, sostuvo que México se comprometió a mejorar los derechos y las condiciones laborales de sus trabajadores, pero lo hace “demasiado lento”.
Es por esto que la administración de Joe Biden utiliza el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida para acelerar el ritmo.
Al respecto, el director de Asuntos Internacionales de los Trabajadores Siderúrgicos Unidos, Benjamin Davis, expresó que hay serias preocupaciones sobre la efectividad del proceso de legitimación de contratos en México, pues a la fecha se han realizado mil 378 votaciones, que cubren a 797 mil 587 trabajadores, apenas 18 por ciento de la fuerza laboral sindicalizada.
Recordó que los funcionarios del Gobierno mexicano han declarado que, en última instancia, esperan que se voten por lo menos 80 mil contratos, lo que requeriría alrededor de 120 votos de legitimación por día desde ahora hasta el 1 de mayo de 2023.
“Eso claramente excede la capacidad de las instituciones y puede requerir que dependan de notarios privados contratados por los sindicatos titulares. Como hemos visto en el caso de General Motors, en Silao, poner al sindicato en funciones a cargo de la votación crea un conflicto de intereses inherente y consecuencias potencialmente desastrosas”, advirtió Benjamin Davis.
Asimismo, expresó su preocupación por la escasez de personal en la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) y del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, que se han enfrentado al enorme desafío de implementar las reformas en condiciones de pandemia.
BIOTECNOLOGÍA
Por otro lado, Michelle McMurry-Heath, doctora en medicina presidente y director ejecutivo de la Organización de Innovación Biotecnológica Washington, manifestó que si México no aprueba un nuevo producto de biotecnología de maíz, los productores estadounidenses se muestran reacios a plantar el producto por temor a interrumpir el comercio con nuestro país.
Abundó en que para la biotecnología agrícola, México no ha otorgado una sola aprobación desde mayo de 2018; así, la acumulación de aprobaciones pendientes ha aumentado a 23, situación que afecta a todos los miembros agrícolas biotecnológicos.
El senador Ron Wyden agregó que México se niega a aprobar productos innovadores estadounidenses, incluyendo maíz y soja sin ninguna base científica, pese a que la Secretaría de Economía se comprometió a facilitar algunos de estos temas establecidos en el T-MEC.
“No es de extrañar que Canadá y México emitieran nuevas leyes y regulaciones que eran inconsistentes con el texto del T-MEC, incluso retrocede algunos de los compromisos centrales”.
En este sentido, el republicano Mike Crapo, miembro del Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos, dijo que los compromisos del T-MEC incluyen acciones de cooperación en materia agricultura y de biotecnología, pero recriminó que México se niega a aprobar cualquier alimento con nueva tecnología,
DISCRIMINACIÓN EN ENERGÍA
Mike Crapo agregó que nuestro país está procediendo con nuevas acciones discriminatorias, como medidas que favorecen a compañías eléctricas y petroleras a favor de su propio Estado.
"Anteriormente, México priorizó el despacho en su red eléctrica sobre la base del costo, lo que permitió a los productores privados, incluidos los proveedores de energía eólica y solar, competir. México tiene la intención de dar preferencia a su compañía eléctrica estatal”, expresó.