Durante julio de este año continuó la reactivación de la actividad económica en el país, pero a un menor ritmo, de acuerdo con los resultados del Indicador del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
El organismo informó que el Indicador IMEF Manufacturero no tuvo cambios en julio de 2021 y permaneció en 52.2 puntos, con lo cual se mantuvo en zona de expansión (arriba de 50 puntos) por quinto mes.
Su serie tendencia-ciclo disminuyó 0.2 puntos para ubicarse en 51.7 unidades y registrar seis meses consecutivos en zona de expansión, mientras el indicador ajustado por tamaño de empresa disminuyó 1.1 puntos para cerrar en 53.4 unidades, manteniéndose en zona de expansión por treceavo mes consecutivo.
A su vez, reportó, el Indicador IMEF No Manufacturero registró una disminución en julio pasado de 1.1 puntos para cerrar en 52.9 unidades y mantenerse en zona de expansión por quinto mes.
Indicó que su serie tendencia-ciclo disminuyó 0.3 unidades para quedar en 53.3 y ubicarse en zona de expansión por sexto mes consecutivo, mientras que el indicador ajustado por tamaño de empresa disminuyó 0.7 puntos para ubicarse 53.7 unidades, manteniéndose en zona de expansión por sexto mes consecutivo.
El IMEF explicó que las tendencias-ciclo tanto del sector manufacturero como del sector no manufacturero permanecen en zona de expansión, pero ambas observaron una disminución el mes pasado, luego de haber registrado aumentos consecutivos desde que descendieron a sus mínimos históricos en mayo y abril de 2020, respectivamente.
En su reporte mensual sobre el Indicador IMEF señaló el sector no manufacturero, integrado por los servicios y el comercio, continuó registrando mayor dinamismo que el sector manufacturero.
Hacia delante, apuntó que los principales riesgos para la actividad económica en el corto plazo derivan del fuerte incremento de contagios de COVID-19, que pudieran llevar a nuevas restricciones en la movilidad y frenar la reactivación del sector no manufacturero.
Asimismo, a la prolongación de las disrupciones en las cadenas globales de suministros, que actúa como un lastre para la reactivación de la producción manufacturera, principalmente en el sector automotriz, anotó.
La evolución futura de la economía mexicana se encuentra sujeta a un grado considerable de incertidumbresubrayó el organismo.
Anticipó que la trayectoria futura de la pandemia tendrá un impacto significativo sobre lo que suceda con la demanda interna y los sectores de servicios y de la construcción.
Resulta preocupante, agregó, el incremento durante julio de los contagios y los decesos registrados por Covid-19, pero al mismo tiempo la evolución de la economía estadounidense, donde se podría aprobar un paquete de infraestructura de mediano plazo, tendrá un impacto directo relevante.
En el mediano plazo, la evolución de la inversión privada en el país será crucial para determinar la capacidad de crecimiento de la economía mexicana, sostuvo el IMEF.