El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) afirmó que las revisiones al alza en los pronósticos de crecimiento del país en 2021 ya llegaron al tope y hacia adelante podría mantenerse estable o incluso es posible que haya ajustes a la baja, debido al efecto de la tercera ola de contagios de COVID-19 a nivel nacional y la cuarta en el mundo.
El presidente del IMEF, Ángel García-Lascurain, afirmó que la recuperación económica de México perdió fuerza en junio pasado y su evolución futura continúa sujeta a un grado importante de incertidumbre.
En la videoconferencia mensual del organismo, apuntó que la trayectoria futura de la pandemia tendrá un impacto significativo sobre lo que suceda con la demanda interna, al tiempo que el entorno desfavorable para la inversión prevalece, dificultando una recuperación mayor del empleo.
“Nuevamente hacemos patente la necesidad de promover una estrategia de crecimiento económico con visión de mediano plazo, fundamentada en la inversión productiva, en el impulso a la competitividad internacional y en la creación de empleos formales y bien remunerados”, subrayó.
Por su parte, el presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, Gabriel Casillas, apuntó las revisiones al alza de los pronósticos de crecimiento de México ya llegaron al tope y debido al impacto de la tercera ola de contagios de Covid-19, hacia adelante se pueden quedar ya sin cambios o incluso que haya revisiones a la baja.
Así, estimó que una varianza de entre 0.3 y 0.5 puntos porcentuales en los pronósticos de crecimiento de México este año, el cual puede cerrar en un rango entre 5.7 y 6.2 por ciento.
En su más reciente encuesta de expectativas, el IMEF elevó marginalmente su pronóstico de crecimiento económico al 6.0 por ciento, por encima del 5.9 por ciento observado en junio.
Sobre el próximo paquete económico para 2022, el presidente del IMEF consideró que debe incluir modificaciones fiscales orientadas al estímulo del crecimiento económico y no tenga una visión recaudatoria de corto plazo, ya que la actividad del país viene de un crecimiento marginal desde 2019 y una vez que termine el rebote del impacto de la pandemia, regresará a tasas de crecimiento reducidas.
Por ello, es fundamental que se revise la política fiscal como herramienta de estímulo a la inversión productiva y de empresas, así como a la generación de empleos, añadió García-Lascurain.
A su vez, Casillas dijo que con base en lo que han adelantado las autoridades hacendarias, respecto a que no habrá reforma fiscal para 2022 sino sólo una miscelánea, el paquete económico será inercial con una parte positiva en cuanto a que continuará una política de no endeudamiento.
No obstante, para la parte de ingresos y de gastos debería haber modificaciones que fortalezcan las finanzas públicas y al mismo tiempo puedan hacer crecer al país.
FGR