El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) manifestó la necesidad de resolver en el corto plazo las diferencias que se tienen con Estados Unidos respecto a la interpretación de la regla de origen automotriz establecida en el T-MEC. Expuso que la única inconforme es la autoridad del vecino del norte, lejos de sus propia Iniciativa Privada.
Carlos Salazar Lomelín, Presidente del CCE, consideró que en los últimos meses la atención se ha centrado en los temas laborales del acuerdo comercial, pero es momento de voltear a ver otras prioridades, como la regla de origen automotriz.
Expuso que Canadá y los mismos empresarios norteamericanos están de acuerdo con el criterio mexicano respecto a la normativa, al interpretar que la pieza de un coche con 66 por ciento de contenido regional es una parte fabricada en el territorio, de tal manera que cuando se integra al automóvil se cumple la norma.
Sin embargo, Estados Unidos sostiene que la autoparte solamente tiene dicho porcentaje y no se redondea a 100 por ciento cuando se integra. Esta diferencia en su interpretación ha provocado pláticas privadas entre las partes involucradas, recordó Salazar Lomelín; como el viaje que efectuó la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, a Washington a inicios de junio pasado, en donde habló con representantes estadounidenses sobre esta situación.
Cabe recordar que Estados Unidos es el principal mercado para las exportaciones mexicanas de autos. Tan sólo en julio acaparó 80.2 por ciento del total, al enviarse 162 mil 021 vehículos ligeros. Sin el beneficio de la regla de origen, las armadoras en el país tendrían que pagar un arancel de 2.5 por ciento por el envío de sus unidades.
“Las diferencias provocaron que México, por primera vez esté usando el mecanismo de consulta que nos permite el nuevo acuerdo comercial, que no es vinculatorio todavía. Ahora sí los especialistas darán su opinión de cómo debería interpretarse el criterio mexicano y canadiense contra el de Estados Unidos”, resaltó el empresario.
Agregó que en caso de que no se llegue a un acuerdo en dicha fase, que tiene un plazo de 75 días, aún se puede establecer un Panel de Solución de Controversias, en el que expertos independientes ya definidos por los tres países darán el criterio final, aunque el proceso ya es vinculatorio.
“Es importantísimo que resolvamos esto en el corto plazo. El mensaje es: los sectores empresariales y los organismos empresariales seguimos trabajando en lo que nos parece los temas prioritarios, para que nuestra economía se recupere, para que México crezca y para que aprovechemos las ventajas de atraer mayor inversión, lo cual se traducirá en un bienestar mayor para todos los mexicanos”, subrayó.
ANR