A17 meses que dejaron de abrir sus puertas a los capitalinos, el sector de bares y centros nocturnos ha perdido más de 300 mil millones de pesos por la falta de ventas y la desaparición de 47 por ciento de los negocios del giro. Por esta razón, el gremio advirtió que si las autoridades de la Ciudad de México no les garantizan un piso parejo para trabajar, seguirán dando servicio en la clandestinidad y darán paso a protestas en las calles.
El presidente de la Asociación de Bares, Discotecas y Centros Nocturnos (Ambadic), Helking Aguilar, expresó que enfrentan una total falta de comprensión por parte del Gobierno de la Ciudad de México al permitirles abrir, pero hasta las 12 de la noche, cuando, en su experiencia, la vida nocturna comienza a las 10 de la noche, lo que les daría un margen para trabajar de apenas dos horas.
Es por esto que sus agremiados que no cuentan con un establecimiento con servicio de restaurante-bar decidieron no abrir aun con el permiso de las autoridades y continuar con servicio “a puerta cerrada” o en la clandestinidad.
“La vida nocturna formal no se ha aperturado en su gran mayoría y seguimos pugnando a que de verdad pueda haber condiciones equitativas y no discriminatorias para llevarla de forma segura y sana. Muchos empresarios tristemente optaron por irse a la informalidad, con una industria clandestina, antes que morir”, señaló Aguilar en entrevista con La Razón.
Previo a la pandemia de Covid-19, en la capital existían mil 900 bares, discotecas y centros nocturnos; sin embargo, a la fecha desaparecieron mil establecimientos ante la falta de liquidez para enfrentar gastos sin ingresos. Esto a su vez derivó a que se perdieran 300 mil empleos de los 370 mil directos e indirectos que generaban antes de la crisis económica y sanitaria.
De acuerdo con el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas (DENUE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicado en mayo, se registraron 28 mil 156 empresas del ramo con hasta 10 empleados, una reducción de 625 negocios respecto al año pasado. En el mismo periodo, había dos mil 084 firmas con entre hasta 50 trabajadores, 57 negocios menos a tasa anual.
En el caso de las empresas con 51 a 100 empleados fueron registradas en 2021 cerca de 55, un negocio más que en 2020; mientras que aquellas con más de 101 trabajadores fueron 10, similar a 2020.
El representante del gremio acusó que los restaurantes se han convertido en los nuevos bares, ya que ellos sí tienen permitido la venta de bebidas alcohólicas y un horario más extendido; sin embargo, Emilio Nájera, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) Zona Norte de la CDMX, aseguró que son industrias diferentes y sin comparación.
“No les estamos quitando mercado, porque nos dedicamos a cosas distintas. A lo mejor nuestros alimentos van acompañados de una bebida, pero nos dedicamos a brindar experiencias culinarias y ellos a otro tipo de diversión. Todo es distinto”.
Aun cuando por los “cacerolazos”, que hicieron los trabajadores, los restaurantes pudieron operar desde inicios de año, el empresario comentó que no han tenido las mismas ventas que antes de la pandemia, pues el ticket promedio por persona pasó de 250 a 100 pesos, e incluso, vio lejana la posibilidad de recuperar los más de 13 mil negocios que desaparecieron.
NUEVAS MANIFESTACIONES
Aguilar advirtió que pasarán a tomar otras medidas para que el GCDMX les brinde un piso parejo para trabajar, como a los cines, teatros y restaurantes. Consideró que el movimiento “Vasos Vacíos” tendrá una segunda etapa, pero con otras acciones.
“Lo que pedimos es un trato no discriminatorio y poder seguir con horarios de negocios como lo dice nuestra licencia. Creemos en el diálogo, pero las condiciones son apremiantes y si los cacerolazos funcionaron, haremos vasazos”, dijo.