Incluso cuando la Ciudad de México encabeza la lista de metrópolis latinoamericanas que ofrecen un ecosistema óptimo para el desarrollo de innovación tecnológica empresarial; la falta de capacitación para impulsar la digitalización impide a las firmas locales expandirse, situación que es aprovechada por startups internacionales que terminan por ganarle terreno a las locales.
El informe “Rankings 2020: Top 100 de ecosistemas emergentes”, de Startup Genome, reveló que la CDMX se encuentra entre la posición 31 y 40 de los mejores lugares para desarrollar este tipo de empresas a nivel global, principalmente por su alto nivel en talento, financiamiento y exposición. Se ubica por delante de Bogotá, Colombia, que ofrece mejor alcance de mercado que la capital mexicana.
Pese a este desempeño, la ONG Endeavor México detectó, por medio de un estudio, que de 883 fundadores de startups en la capital, aquellos con las empresas de más rápido crecimiento (con más de 100 empleados), solían tener estudios o experiencia profesional en el extranjero; mientras que las compañías con al menos un cofundador de otro país han atraído más inversión a la CDMX que aquellas con creadores locales.
José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, consideró que México es un mercado cautivo para este tipo de empresas extranjeras, porque a nivel local no se prepara a las micro y pequeñas empresas para seguir los pasos de firmas tecnológicas con gran empuje como Kavak, Clip y Bitso, clasificados como unicornios nacionales, al haber recibido una valuación de más de mil millones de dólares.
No obstante, estas empresas están dirigidas por extranjeros o equipos mixtos. Por ejemplo, el fundador de Kavak, Carlos García Ottati, es originario de Venezuela; Bitso tiene como creadores a los mexicanos Daniel Vogel y Pablo González y el británico Ben Peters; y Clip tuvo como promotor nacional a Adolfo Babatz.
“Estas empresas de otros países voltean a ver al mercado mexicano, porque es un mercado cautivo, virgen, a raíz de que no se han preparado a las micro y pequeñas unidades económicas para digitalizarse y atender las brechas del mercado. Es ahí donde tienen su oportunidad. La capacitación y emprendimiento lo debería atender la Secretaría de Economía y el programa Jóvenes Construyendo el Futuro”, apuntó el analista.
Oportunidad de mercado. Por actividad económica, las startups con mayor participación en México son las dedicadas al desarrollo de software y datos, con 31 por ciento; fintech, con 23 por ciento; así como comercio electrónico y minorista, con 13 por ciento, de acuerdo con cifras de Statista, aunque hay otras oportunidades.
La startup Aptuno, de origen colombiano, llegó hace poco a nuestro país. Su apuesta es reducir a 15 días el proceso para el arrendamiento de un departamento o una casa que normalmente tarda tres meses. “Todo facilitado por la tecnología”, refirió Cristina Palacios, directora de operaciones y cofundadora de la plataforma.
Abundó en que, del total de hogares en México, 24 por ciento está en renta, entonces “hay un mercado enorme. Nos hemos acostumbrado a malas prácticas, a que no paguen la renta o fraudes; nosotros damos confianza, porque aunque el proceso es online, también hay prácticas físicas entre el inquilino y el propietario”, dijo la directiva.
En plena pandemia, Kilimo, una agtech de origen argentino, decidió ingresar a nuestro país. Desarrolló una herramienta para el monitoreo y gestión del riego que permite medir y reducir el uso de agua de los productores según sus cultivos, con un ahorro en promedio de hasta 25 por ciento.
“México era uno de los mercados más importantes para nosotros, debido a que cuenta con un millón y medio de hectáreas de riego tecnificado y hemos encontrado aquí un enorme potencial para la herramienta. Tenemos clientes en Sinaloa, Sonora, Michoacán y Jalisco, principalmente productores-exportadores”, dijo Rodrigo Tissera, fundador de Kilimo.
Otra startup que llegó en medio de la crisis sanitaria fue ClikAuto, que destacó que México es el segundo mercado más grande en América Latina en términos de venta de autos; por ello, antes de “saltar” a otras naciones, se deben conquistar los más importantes de la región. “Yo no me enfoco en ser un unicornio, pero sí en brindar la mejor oferta”, sostuvo Diego Sanson, director general y cofundador de la empresa.