La recuperación del consumo en el país está en riesgo ante el elevado precio de la canasta básica y la caída en el ingreso de las familias que aún no se recuperan del golpe de la pandemia de Covid-19, alertó la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Muestra de esto, dijo, es la desaceleración de 1.9 por ciento del indicador de consumo privado en el segundo trimestre del año respecto al periodo previo, dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); así como la pérdida de confianza de los consumidores que decayó a 42.7 por ciento en septiembre a tasa mensual.
Los pequeños comerciantes también refirieron que la caída de la actividad industrial, los servicios y la venta de automóviles se traducen a una desaceleración en la economía, la cual calificó de frágil e inestable.
En el caso de la canasta básica, los precios se incrementaron 5.6 por ciento al cierre de agosto, contra 5.0 por ciento que subió en julio, principalmente por el encarecimiento de frutas y carne de pollo, res y cerdo, según el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
“Los indicadores son una nota discordante del festejo anticipado de los corifeos oficiales en su imaginario decrecimiento, más de ganas que de hechos y realidades. Escuchamos por muchas vías que la pandemia ha cedido, pero con el Covid pareciera que todo acaba y regresa con más furia y mayor letalidad”, comentó Cuauhtémoc Rivera, presidente de Anpec.
Proyectó que el invierno incidirá en la gesta de una eventual cuarta ola de coronavirus, pues los estragos de la variante Delta se suman al temor fundado de que está por venir un nuevo episodio de contagios.
“Esta incertidumbre explica la caída del consumo, la pérdida de confianza de los consumidores y los inversionistas que no permiten cuajar de manera sostenida la recuperación de la actividad industrial y de servicios que mueve nuestro mercado interno”, explicó Rivera.