La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó que los hombres de la región regresarán este año a los niveles de participación laboral previos a la crisis por la pandemia de COVID-19, mientras que las mujeres estarían con un rezago de 13 años.
El secretario ejecutivo Adjunto para Administración y Análisis de Programas de la Cepal, Raúl García-Buchaca, expuso que con la crisis, la participación femenina se desplomó el año pasado, para situarse en 46.9 por ciento desde 51.4 por ciento, lo que representa un retroceso sólo comparable con los niveles de 2002.
Señaló que el año pasado hubo un severo retiro de las mujeres de la fuerza laboral en la región, ya que seis de cada 10 de ellas trabajan en sectores con una altísima exposición a las mayores afectaciones de la pandemia, como el comercio, trabajo doméstico remunerado y turismo.
Durante su participación en la 61a Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, apuntó que hay una recuperación muy desigual en la participación laboral de hombres y mujeres.
“Las estimaciones lo que hacen es indicarnos que sólo los hombres volverán a los niveles previos de la crisis, mientras que las mujeres apenas alcanzarían los niveles de participación laboral observados hace 13 años, o sea, estamos hablando de un 49 por ciento de participación equivalente a la cifra del 2008”, agregó en videoconferencia.
Al respecto, la directora de la División de Asuntos de Género de la Cepal, Ana Güezmes García, comentó que las mujeres latinoamericanas laboran en los sectores que resultaron más afectados por la pandemia y cuya recuperación es más lenta.
De acuerdo con las proyecciones de la Cepal, apuntó, este año los hombres volverían a los niveles de participación laboral que tenían previo a la crisis por la pandemia, pero las mujeres estarían todavía con un rezago de 13 años.
- El dato: El PIB de AL cayó 6.8% en 2020, provocando la mayor crisis en los mercados laborales desde mitad del siglo pasado, sobre todo en la participación de las mujeres.
SIN MUJERES, 33% DE FIRMAS EN MERCADO DE VALORES
En 2021, de los dos mil 507 consejeros totales que participan en las empresas listadas en las bolsas, sólo 10 por ciento son mujeres, problema que también permea en los puestos directivos, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
Del análisis de datos públicos disponibles por sexo de las 157 empresas que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Bolsa Institucional de Valores (Biva), encontró que en los consejos de administración por 10 integrantes hay sólo una mujer.
Señaló que 33 empresas de las 157 analizadas no tienen a ninguna mujer en sus consejos de administración ni en sus direcciones relevantes (dirección general, de finanzas y jurídico).
Además, dos de las 10 compañías más grandes del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) aún no cuentan con mujeres en sus consejos, expuso en un comunicado
El Imco apuntó que la empresa con mayor representación de mujeres en su consejo de administración tiene una proporción de 33 por ciento.
En los puestos directivos el organismo encontró que hay una baja representación en las direcciones jurídicas y financieras, ya que uno de cada cinco directores jurídicos es mujer, pero la proporción es menor para los directores de finanzas (8 por ciento).
Refirió que cuatro empresas incumplieron con los requisitos de la Circular Única de Emisoras (CUE) que emite la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y exige reportar el sexo de los miembros que conforman sus consejos de administración y direcciones relevantes; 97 por ciento de las empresas analizadas sí cumplió.
El Imco señaló que 48 empresas incluyeron información adicional a lo que pide la normatividad en sus reportes de sustentabilidad, las cuales transparentan datos sobre sus direcciones de área, plantilla laboral y detalles sobre sus políticas de equidad.
Resaltó que entre las políticas más frecuentes que las empresas implementan para sumar más mujeres a su fuerza laboral destacan la capacitación continua para colaboradoras, estrategias para tener equipos de trabajo más diversos, así como programas de maternidad y paternidad.
“El primer paso para consolidar empresas más diversas es generar información más precisa sobre la participación de las mujeres, pues ésta permite medir, evaluar y tomar decisiones que reconozcan las necesidades diferenciadas de las mujeres para promover su crecimiento profesional”, planteó.
fgr