La pandemia golpeó fuertemente el mercado laboral en México al sacar a más de 12 millones de personas de la población ocupada; sin embargo, también un número importante de personas se sumaron al grupo de exclusión laboral; es decir, aquellos que fueron despedidos por causas fuera de su control, situación que imperó más en mujeres que en hombres.
Un análisis del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), refiere que en el primer trimestre del año pasado 600 mil personas se agregaron a la población excluida, cifra que para el primer trimestre del 2021 ya había alcanzado a 7.7 millones de personas, de las cuales 75 por ciento fueron mujeres.
En entrevista con La Razón, Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral en el CEEY, señaló que la tasa de exclusión en mujeres está relacionada principalmente con estereotipos de género o roles tradicionales para las mujeres, como el cuidado del hogar, de los hijos, o de sus familiares; sin embargo, con la pandemia se sumaron otros factores que las imposibilitaron para sumarse a las filas laborales.
“Muchas de estas mujeres dicen que es su situación marital, o es el hecho de tener que cuidar hijos o personas en el hogar, pero con la pandemia aparecieron dos razones que tienen que ver con la educación, la experiencia laboral o la formación que tienen”, detalló.
Aun cuando se sumaron estos factores, existe una mayor proporción de renuncias asociadas con prohibiciones de trabajar por parte de algún familiar y, en menor proporción, se deben a la baja productividad del empleo.
A esto también debe sumarse la poca atención puesta por parte del Gobierno a los apoyos al empleo, ejemplo de ello, sostuvo el experto, existe un Sistema Nacional del Empleo, el cual se dedica a generar políticas públicas laborales que ayuden a generar los empleos necesarios; sin embargo, está muy acotado.
Aunado a ello, el Programa de Apoyo al Empleo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social ha tenido recortes importantes en el presupuesto que se le otorga anualmente. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda del 2018 a lo que se prevé que se le otorgue en 2022, existe un recorte de 94 por ciento en los recursos, al pasar de 975 millones 354 mil pesos hace tres años a sólo 56 millones previsto para el próximo 2022.
“Lamentablemente los oídos del Gobierno que tienen que ver con lo que llamamos políticas laborales activas, que buscan activar a las personas en el mercado laboral, había poco hecho en México… Aunado a eso el presupuesto del Sistema Nacional de Empleo se ha reducido muchísimo en los últimos tres años, prácticamente la reducción de los recursos para esas actividades ha sido hasta en un 90 por ciento”, sostuvo.
Los hombres no escapan a la exclusión laboral, de hecho, Delajara señala que se incrementó en dos puntos porcentuales la tasa de exclusión para el sexo masculino al pasar de 23 a 25 por ciento.
El análisis arroja que en el caso de los hombres, los factores de exclusión más importantes son la discapacidad o los problemas crónicos de salud, la discriminación por edad o apariencia física y la falta de educación y capacitación; en cambio, vivir en zonas de pobreza y marginación elevadas es un factor de exclusión laboral que tiene igual peso entre hombres y mujeres.