La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió incrementar en 25 puntos base el objetivo de la tasa de interés, para ubicarla en 5.0 por ciento. De nueva cuenta, el subgobernador Gerardo Esquivel fue el único voto disidente, al buscar que se mantuviera en 4.75 por ciento.
El cuarto aumento al hilo de la tasa de referencia estuvo influido por las presiones inflacionarias globales e internas que impactan negativamente a la inflación anual general y subyacente, que en octubre se ubicaron en 6.24 por ciento y 5.19 por ciento, respectivamente, dijo.
Dado este contexto, las expectativas de inflación aumentaron para el cierre de año y en 2022. Ahora esperan que este indicador cierre 2021 en 6.8 por ciento desde 6.2 por ciento previsto con anterioridad; asimismo, el componente subyacente pasó de 5.3 por ciento a 5.5 por ciento.
Será hasta el tercer trimestre del siguiente año cuando la inflación regrese al umbral de Banxico, de entre 2.0 por ciento y 4.0 por ciento, para cerrar 2022 en 3.3 por ciento; y será hasta el periodo julio-octubre de 2023 cuando esté cerca del objetivo puntual de 3.0 por ciento.
“Estas previsiones están sujetas a riesgos al alza por presiones inflacionarias externas, presiones de costos, persistencia en la inflación subyacente, depreciación cambiaria y aumentos de precios agropecuarios y energéticos; a la baja por la ampliación de la brecha negativa del producto, medidas de distanciamiento social y apreciación cambiaria. El balance de riesgos respecto a la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se deterioró y es al alza”, explicó.
Refirió que la inflación global siguió su tendencia al alza, presionada por los cuellos de botella en la producción, por los estímulos al gasto y su recomposición hacia mercancías, por el incremento en los precios de alimentos y energéticos, así como por la reapertura en algunos servicios.
Así, este factor contribuye a los riesgos para la economía mundial junto con la pandemia de Covid-19 y los ajustes a las condiciones monetarias y financieras, como los de hecho por la Reserva Federal de Estados Unidos que anunció la reducción en su programa de compra de activos.
Por dichos motivos, Banxico consideró que los choques que han incidido en la inflación son principalmente transitorios. No obstante, el horizonte en el que podrían afectarla es incierto, han impactado a un amplio tipo de productos y su magnitud ha sido considerable, aumentando los riesgos para la formación de precios y las expectativas de inflación.
“Por ello se consideró necesario seguir reforzando la postura monetaria, ajustándola a la trayectoria que se requiere para que la inflación converja a su meta de 3.0 por ciento dentro del horizonte de pronóstico”.
Votaron a favor de la decisión Alejandro Díaz de León Carrillo, Galia Borja Gómez, Irene Espinosa Cantellano y Jonathan Heath; en cambio, Gerardo Esquivel Hernández buscaba que se mantuviera en 4.75 por ciento.
FGR