Actualmente el mercado eléctrico nacional es un negocio que está en manos de las empresas privadas, en el que la posición de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) va más allá de servidumbre, es de servilismo, aseveró Rocío Nahle, secretaria de Energía.
Durante la Reunión de la Comisión de Estudios Jurídicos del Gobierno federal, la funcionaria indicó que es necesario que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) vuelvan a formar parte de la Sener, pues es la encargada de planear y ejecutar la política energética que diseña el Ejecutivo. Manifestó que lo único que se logró con su descentralización en 2013 fue que se otorgaran permisos de generación eléctrica sin control alguno.
Al defender la reforma eléctrica que busca la actual administración, la titular de Energía argumentó que al haber permisos de generación que triplican la demanda del país, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) se colapsa y saca a la CFE del mercado para que los privados puedan tener ganancias al momento de vender su electricidad, misma que le venden a la Comisión.
Al final de cuentas la CFE es la que termina cargando con todo. Con pérdidas, porque tiene sus plantas paradas, tiene que comprar energía a los privados a la hora y momento que ellos estén generando y al mismo tiempo tiene que hacer la comercialización y dar el servicio de transmisión. Al final de cuentas el negocio es de los privados y pasa nada más la CFE ni siquiera a servidumbre, sino un servilismo que es lo peorRocío Nahle, secretaria de Energía
También expuso que es necesario que se cancelen los contratos que tienen "sometida" a la Comisión Federal de Electricidad, como los legados o los de autoabasto. Éste último, dijo, se convirtió en un mercado desleal, ya que de 239 permisos que se otorgaron para la autogeneración, hay 77 mil usuarios que son grandes empresas.
Respecto a los Certificados de Energía Limpia (CELs) comentó que fueron diseñados exclusivamente para los generadores de energía eólica o solar, dejando de lado a las hidroeléctricas, geotermia y nuclear "que son las más limpias y constantes. Esos incentivos terminan pegando a la CFE, entonces estamos diciendo: no los necesitamos y tampoco necesitamos bursatilizar la electricidad, porque es el colmo", expresó.
Por su parte, Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad, comentó que lo que se busca con la reforma eléctrica actual es reintegrar a la CFE en una empresa única. Además, descartó que se pretenda desaparecer el contrapeso en el mercado, ya que se tendrá que operar conforme a la Ley y los Poderes Legislativos y Judicial.
También habló sobre la desaparición de contratos, a lo que subrayó que "eso mismo hizo la reforma de Peña Nieto, cancelar todos los contratos y crear un nuevo sistema".
Otra preocupación que ha manifestado el empresariado mexicano y extranjero es que, de aprobarse la reforma eléctrica, se violen acuerdos comerciales, como el T-MEC.
En este sentido, Raúl Jiménez, abogado general de la CFE, apuntó que las modificaciones y los motivos de la iniciativa están dentro del marco normativo del tratado que une a América del Norte. Incluso, aseveró que de no aplicarse la reforma la empresa del Estado estaría en riesgo de desaparecer.
La reforma energética de 2013 es, sin lugar a dudas, un proyecto fallido e insostenible en las condiciones presentes y el futuro inmediato del país. De continuar el statu quo del modelo derivado de esta reforma, la Comisión Federal de Electricidad está ineludiblemente, inexorablemente condenada a desaparecer en el corto tiempoRaúl Jiménez, abogado general de la CFE
RFH
