El Gobierno federal anunció el lunes que a partir de junio del próximo año restablecerá aranceles de 15 por ciento a la importación de diferentes tipos de acero, que desaparecerán gradualmente hacia finales del 2024, como medida para apoyar a la industria local, golpeada por la pandemia de coronavirus y así generar condiciones de sana competencia entre las industrias siderúrgicas de diferentes países; no obstante, analistas aseguran que esta medida podría impactar negativamente los precios a los consumidores mexicanos.
En Diario Oficial de la Federación (DOF), el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que esta imposición de aranceles será efectiva para más de 100 fracciones arancelarias que engloban placa en hoja, placa en rollo, lámina rolada en frío, lámina rolada en caliente, alambrón, tubos, varillas, entre otros.
En el documento señala que en un contexto económico internacional de recuperación de los estragos de la pandemia de Covid-19, la industria acerera local “requiere un periodo de ajuste que le permita recurrir a los instrumentos jurídicos necesarios en contra de prácticas desleales de comercio, con el fin de establecer condiciones para la reactivación del sector”, añadió.
Ante esto, Carlos González Tabares, director de Análisis Económico, Cambiario y Bursátil de Monex, señaló que a nivel internacional se observan presiones inflacionarias importantes derivadas principalmente del rompimiento que hay de las cadenas de suministro, por lo que aseguró que, de imponerse estos gravámenes, se incrementarían las presiones inflacionarias.
“Me parece que al pensar en implementar los aranceles lo único que harían sería incrementar las presiones inflacionarias. Hoy lo que se está viendo en los sistemas generales es justamente una falta de suministros en muchos rubros e incluso en materia de importación por parte de diferentes commodities, esto iría un poco en contrasentido sobre toda la coyuntura actual, no sé si más adelante esto pudiera tener un beneficio para el país, pero creo que deberíamos estar viendo cómo apoyar el flujo de insumos”, declaró en entrevista con La Razón.
Por esto, destacó, es complicado pensar que la imposición de un gravamen a la llegada de acero al país sea una medida que beneficie, pues las condiciones de mercado no lo permiten, al menos en el contexto actual.
El impacto de importar acero de otros países, principalmente de Estados Unidos, con un impuesto establecido, terminará por trasladarse a los consumidores mexicanos.
Es importante recordar que en 2018, Donald Trump, entonces presidente de Estados Unidos, impuso aranceles a México y a Canadá del 25 por ciento al acero y 10 por ciento al aluminio bajo la Sección 232 de seguridad nacional, a lo cual México respondió con medidas espejo.
La medida, que afectó a los socios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), amenazó las negociaciones sobre la modernización del tratado de libre comercio de América del Norte.
La Secretaría de Economía dijo ayer que los nuevos gravámenes no afectarían a Estados Unidos y Canadá, que integran el T-MEC junto con México, en respuesta a una consulta de Reuters.
Un portavoz de la cámara que agrupa a empresas del sector, Canacero, calificó de “muy positivo” el anuncio y consideró que ayudará a limitar importaciones desleales al país latinoamericano.
- El dato: En mayo de 2019, EU acordó con México y Canadá eliminar los aranceles sobre las importaciones de acero y aluminio, que les impuso en 2018.
