El nuevo impuesto del 2.0 por ciento a las plataformas digitales carece de toda capacidad de generar valor económico para la economía nacional; por el contrario, incrementará los costos de producción de las empresas, aumentará el precio del producto final, desincentivará el comercio y disminuirá las ganancias de los repartidores e incluso disminuirá la base gravable del Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Así lo advirtió el investigador y economista en el Laboratorio Nacional de Políticas Públicas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Víctor Carreón, quien abundó que por cada peso que recaude la Ciudad de México, vía el nuevo gravamen, el repartidor pierde 13 centavos, los restaurantes, por ejemplo, hasta 1.67 pesos y el SAT dejaría de recaudar alrededor de 1.49 pesos.
En conjunto, ahondó, por cada 10 mil pesos que se recauden por este impuesto, la pérdida para la economía de la Federación y de la sociedad será aproximadamente de 40 mil pesos; “entonces la Ciudad de México tendrá mayor recaudación, pero a costa del resto de los actores económicos, incluido el Servicio de Administración Tributaria”, advirtió.
”Éste es el costo que deberá pagar la economía familiar, empresarial y federal, con la imposición de este nuevo impuesto”, destacó el experto en entrevista con La Razón, quien destacó que desde la llegada de las plataformas en 2012, se convirtieron en un brazo muy importante para el fortalecimiento del comercio electrónico y por tanto de la economía nacional.
En tanto, representantes de diferentes cámaras y asociaciones empresariales externaron su posicionamiento unánime donde rechazan el nuevo impuesto en la Ciudad de México por su impacto negativo a usuarios y negocios que en la mayoría son micro, pequeñas y medianas empresas que día a día buscan sobrevivir.
“Este nuevo impuesto es a todas luces inconstitucional, ilegal, discriminatorio y discrecional. Adicionalmente, representa una barrera a la innovación para la Ciudad de México, pues atenta contra los esfuerzos de acompañar la reactivación económica en un periodo complejo como la pandemia”, establecieron.
De igual forma, los empresarios subrayaron que la creación de este gravamen contraviene la política del Gobierno federal, en el sentido de no crear nuevos impuestos, así como los acuerdos adquiridos por México ante la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el sentido de no establecer más impuestos a la economía digital.
Los organismos que firmaron el posicionamiento son la Asociación de Internet MX (AIMX), la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), la Asociación Fintech México (FTMX), la Coparmex Ciudad de México, la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) y la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra).
Asimismo, la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin), el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce) y la Asociación Latinoamericana de Internet (ALAI) que rechazan el nuevo impuesto en la capital del país, principalmente por su impacto negativo a usuarios y también a los diferentes negocios que están dentro de estas plataformas.
Lo externado por los hombres de negocios es contrario a lo dicho en su momento por la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, quien aseguró que “la mayoría” de los empresarios capitalinos están de acuerdo con que se establezca un nuevo impuesto a las plataformas digitales de paqueterías.
“La mayoría de las cámaras de la Ciudad de México están totalmente de acuerdo, ya se va a informar muy pronto. No tiene nada que ver con los trabajadores de estas plataformas que, en realidad, requieren de mejores condiciones de trabajo”, afirmó la funcionaria
Carreón detalló que las pérdidas en la percepción de recursos por parte del SAT, se explica porque las plataformas tendrán una ganancia neta menor, “es decir, la ganancia después de pagar impuestos”.
Por tanto, agregó, ante el incremento de los costos de producción de las plataformas, se verán obligados a reconfigurar sus estrategias porque tendrán menos recursos para operar; “eso se traducirá en menores pedidos, consumo, ventas y pedidos por entregar; aunado a que los repartidores obtendrán menos ingresos”.
Además, subrayó que esta alza de impuestos es un castigo al desarrollo tecnológico y a la innovación “porque las plataformas vinieron a revolucionar la manera de hacer comercio, pero este tipo de decisiones, desincentiva a las empresas a invertir en investigación y aumenta el rezago en comparación con nuestros socios comerciales y otras naciones con los que México compite; hasta ese nivel son las afectaciones”, puntualizó.
Dentro de la ley de ingresos de la Ciudad de México se planteó la modificación del artículo 307 al Código Fiscal de la capital del país; en él, se plantea que las plataformas deben pagar el uso y explotación de la infraestructura de la Ciudad de México.
Por ende, las plataformas tecnológicas que más se verán impactadas por esta situación serán firmas como Uber Eats, Rappi, Mercado Libre, Amazon y DiDi Foods.
Si bien no existe una cifra oficial sobre cuántas personas se emplean en este tipo de ocupación, se sabe que sólo en Rappi, existen cerca de 35 mil trabajadores.