En el contexto de la pandemia de COVID-19, el Producto Interno Bruto Ampliado (PIBA) del sector salud en México reportó un monto de 1.5 billones de pesos en 2020, lo que equivale a 6.5 por ciento del PIB nacional, el mayor valor en su historia, lo que contrasta con la participación de 5.6 por ciento en el 2019.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que dicho porcentaje se compone por el valor producido por los bienes y servicios finales relacionados con la prevención, recuperación y mantenimiento de la salud humana (4.6 por ciento) y el valor del trabajo no remunerado en salud, TNRS (1.9 por ciento), considerando las medidas de confinamiento para enfrentar la pandemia por COVID-19.
En relación con los servicios públicos de salud, éstos mantuvieron su participación al contribuir con 38.3 por ciento mientras que el sector privado pasó de 35.4 por ciento en 2019 a 33.0 por ciento en 2020, agregó de acuerdo con los resultados de la Cuenta Satélite del Sector Salud de México (CSSSM).
El organismo señaló que el trabajo no remunerado en cuidados de salud pasó de 26.3 por ciento a 28.7 por ciento en el mismo periodo. Se observa que se presenta un desplazamiento en los cuidados de salud hacia los hogares.
Indicó que a precios de 2013, el PIB ampliado del sector salud presentó un incremento de 3.1 por ciento respecto al año anterior.
Las actividades que tuvieron crecimiento son las auxiliares, entre las que se encuentran los laboratorios clínicos, que crecieron 16.1 por ciento; y los servicios hospitalarios, con un aumento de 2.9 por ciento.
En contraste, el cierre temporal de establecimientos de actividades no esenciales impactó en la producción de bienes de apoyo para la salud, que disminuyeron 4.5 por ciento respecto del año anterior.
Por su parte en los hogares, recayó gran parte de los cuidados de salud, considerando las medidas de confinamiento para enfrentar la pandemia por COVID-19, por lo que, en 2020 el valor del TNRS se ubicó en 1.9 por ciento del PIB nacional, que contrasta con la participación de 1.5 por ciento presentada en 2019.
Para el 2020, se observó un aumento en los cuidados especializados, al pasar de 53.9 por ciento a 57.9 por ciento; mientras que los cuidados preventivos tuvieron una caída al pasar de 7.8 por ciento a 2.9 por ciento.
El Inegi apuntó que para este mismo año, el gasto monetario de los hogares, a precios del 2013, destinado a servicios de laboratorio y de ambulancias se incrementó en 14.5 por ciento, mientras que en los servicios hospitalarios aumentó en 4.4 por ciento.
La oferta de los bienes y servicios del sector salud disponibles en el país se ubicó en 2.5 billones de pesos, de los cuales 80.2 por ciento son de origen nacional, 10.6 por ciento provienen del resto del mundo y 9.1 por ciento representan el valor de los márgenes de comercio y transporte.
Indicó que para atender el incremento en la demanda de servicios de salud derivada de la emergencia sanitaria, se reportaron 2.3 millones de puestos de trabajo remunerados en el sector de la salud, equivalentes a 5.7 por ciento de los puestos de trabajo remunerados de la economía total.
Estos puestos de trabajo tuvieron un aumento de 3.6 por ciento respecto al año previo; y en particular en el sector público se observó un incremento de 3.7 por ciento, en comparación con el 1.2 por ciento que se reportó en 2019.
EASZ