El subsecretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Gabriel Yorio González, asegura que las preocupaciones en materia económica para este año son los vaivenes de la pandemia de Covid-19 y el control en los niveles de la inflación —que se encuentra en el punto más alto de los últimos 20 años—.
En entrevista con La Razón, el funcionario recuerda cómo ha sido enfrentar la crisis económica más difícil de los últimos 80 años dentro de la secretaría que se encarga de las finanzas públicas del país, ante un panorama en el cual, las vacunas no han llegado a todos los rincones del globo.
Señala cómo en los momentos más álgidos de la crisis, la dependencia ha tenido que tomar decisiones y enfrentar el costo de éstas; sin embargo, asegura, las estrategias por las que optaron como el no tomar más deuda para enfrentar los efectos de la pandemia, han sido bien vistas.
En el futuro, afirma, una tarea constante será mantener la inflación en niveles bajos y evitar hablar de estanflación, en un escenario en el que la mayoría de los choques vienen por el lado de la oferta y no de la demanda, lo que implica que la política monetaria no tenga mayor influencia.
¿Cómo va la recuperación económica del país, existe una desaceleración? Ya teníamos contemplados los efectos de las olas de la pandemia, esto nos lo dijo la Secretaría de Salud desde el momento en el que inició la pandemia en febrero del 2020, en aquel entonces se tomaron decisiones a muy corto plazo enfocadas a contenerla y fortalecer el sector salud. Posteriormente, la información que obtuvimos es que en la medida en la que tuviéramos vacunas, si bien podíamos tener las olas, esto era lo que iba a disminuir dramáticamente los casos graves…, por ello también hemos decidido no nada más dar estimaciones puntuales, sino rangos. Lo que ahorita están viendo los analistas es un movimiento en el agregado donde algunos ya han expresado una desaceleración, pero si vemos hacia dentro, cada uno de los subsectores más importantes, como los que estaban más rezagados debido a la pandemia, son los que más están creciendo. Hacia 2022 vamos a ver los efectos de base de comparación y un crecimiento más normalizado en cuanto a lo que solíamos ver antes de la pandemia; entonces vamos a dejar de ver crecimiento del 6.0 o del 4.0 por ciento y vamos a converger a lo que va nuestro crecimiento potencial.
Entonces, ¿se mantiene la perspectiva de crecimiento para 2022? Sí, lo estamos manteniendo, porque los vaivenes que hemos visto y seguramente vamos a empezar a experimentar en esta potencial cuarta ola, van a tener un impacto en la actividad económica, pero este impacto todavía nos lleva a estar en el rango que propusimos en los criterios, entonces es muy probable que ya no alcancemos este 4.1 por ciento que propusimos, va a estar ligeramente abajo, pero todavía estará en los rangos propuestos; sin embargo, en este momento no vamos a hacer una revisión oficial ya que hay fechas claras donde Hacienda hace esto.
¿Cómo ha vivido el subsecretario de Hacienda esta crisis? Es una de las peores crisis que se han vivido, tal vez en los últimos 80 años. Lo que observamos fue un dislocamiento de los mercados locales, mucha volatilidad; lo que hicimos fue analizar la experiencia del 2009 con la influenza AH1N1, pero fue muy difícil identificar exactamente el impacto del Covid-19, porque tuvimos un desequilibrio económico. Yo creo que fueron momentos de muchos retos, análisis, debate interno sobre qué tipo de acciones podríamos tomar y también de analizar cuál era el perímetro de actuación que se permitía... Pero las decisiones que se tomaron han probado hasta ahorita ser bien vistas, prácticamente tratar de no tomar más endeudamiento; sin embargo, creo que una de las grandes lecciones es que, incluso hasta la fecha, no queda muy claro cómo va a ser la evolución de la pandemia. También tuvimos mucho contacto con nuestras contrapartes, creo que eso también ayudó; recuerdo que hablábamos con el Ministerio de Hacienda de Chile y ellos estaban haciendo la misma lectura pero por su principal socio que es China, mientras nosotros lo hacíamos con Estados Unidos, hablamos con países como Colombia, tratando de tener esta información en el mayor tiempo real posible. Otra de las decisiones que también tomamos fue el monitoreo de información de alta frecuencia que usualmente no lo hacemos cuando estamos en tiempos de un ciclo suave.
El principal reto va a seguir siendo la pandemia a nivel local y global, y el segundo reto son las presiones inflacionarias a nivel mundial que vamos a seguir observandoSubsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio
¿Ómicron va a ser un reto para el crecimiento del país? Creo que hay mucha información que se necesita analizar. Considero que el principal tema sería si experimentamos una cuarta ola por el pico de la Navidad. Tenemos que estar monitoreando cómo puede afectar ésta a la movilidad y si eso va a tener una vez más, un impacto en la economía, si la movilidad no se restringe, porque los casos se mantienen en decesos controlados, el efecto va a ser menor. No sería el caso si empezamos a ver un incremento de muertos o algo que nos va a tener que llevar probablemente a las autoridades de salud a cerrar de nuevo las actividades. Yo creo que van a seguir pasando estos oleajes de la pandemia hasta que el mundo no entre en una vacunación total.
¿Estamos en estanflación? No, creo que estamos muy lejos de estar viviendo una estanflación, y creo que hace mucho daño que hablemos de algo que no necesariamente está sucediendo. El mundo se está recuperando y lo estamos viendo en el nivel de la demanda agregada que ya está presionando los precios de los commodities y de los energéticos. Entonces hay una recuperación de la demanda agregada que motiva el crecimiento internacional, ahora también estamos viendo los temas de precios, la introducción de cadenas de valor, los microprocesadores (chips) tienen un rezago importante. Además el Covid generó la suspensión de algunas actividades que no se debieron suspender, como la producción de contenedores y ahora tenemos un rezago. Aquí quiero hacer un paréntesis, la pandemia no generó que se destruyera la economía real o un desequilibrio internacional, pero tenemos un rezago en la producción de algunos sectores y el ejemplo es en los contenedores y eso se ha reflejado en el incremento de los precios del transporte en cerca de 10 veces… Entonces sí hace mucho daño en este momento hablar de estanflación, porque no tenemos un estancamiento de las actividades productivas.
Y la inflación, ¿cómo afecta? Nos debe preocupar cómo vamos a controlarla cuando casi todos los choques vienen por el lado de la oferta y no de la demanda, porque la política monetaria no tiene mucho afecto, entonces probablemente lo que vamos a tener que estar viviendo son crecimientos que se van a desacelerar un poco, pero vamos a seguir creciendo, vamos a ver esta presión en los precios y ahí los bancos centrales van a tener que calibrar muy bien cómo mueven sus políticas monetarias y no afectar la expansión, pero reitero, no lo veo en el lado de la estanflación; es decir, nos estamos acercando a la fase de política monetaria restrictiva y ahí vamos a empezar a ver estos incrementos en las tasas de interés en el país.