En noviembre de 2021, el saldo nominal de la cartera de crédito vigente otorgado por la banca comercial al sector privado no financiero (SPNF) creció 3.0 por ciento anual, pero tuvo un retroceso de 4.1 por ciento en términos reales, informó BBVA en su “Reporte mensual de banca y sistema financiero”.
En términos reales, la reducción en los saldos fue de menor magnitud que en septiembre y octubre -7.3 por ciento y -5.7 por ciento, respectivamente-, “lo que señala una continuación en la senda de recuperación del financiamiento, a la par que hace patente el efecto adverso que la inflación genera en los saldos reales”.
La cartera de empresas presentó un ligero crecimiento de los saldos nominales en noviembre, con un aumento de 0.1 por ciento, pero reducción de -6.8 por ciento real.
BBVA destacó que la heterogeneidad sectorial en la senda de recuperación del financiamiento ha sido una constante durante los últimos meses y noviembre no es la excepción.
En lo que respecta a los servicios, los saldos nominales en sectores como la hostelería, los transportes y los servicios profesionales presentaron crecimientos significativos en noviembre, con tasas nominales anuales de 8.4 por ciento, 7.1 por ciento y 5.8 por ciento, respectivamente.
En contraparte, la caída de los saldos continúa en sectores como los servicios inmobiliarios, medios masivos y las actividades comerciales, con contracciones de -52 por ciento, -4.6 por ciento y -3.1 por ciento, respectivamente.
En cuanto a las actividades secundarias, los saldos nominales de la minería, las manufacturas y la construcción aminoraron su caída, con disminuciones anuales de -9.6 por ciento, -1.0 por ciento y -0.8 por ciento, respectivamente.
Mientras que el sector de electricidad, agua y gas presentó una contracción anual de los saldos mayor al mes inmediato anterior, con una caída de -11.4 por ciento.
Por su parte, el financiamiento al sector primario continúa acelerando, con una variación anual de los saldos nominales de 4.7 por ciento, tercer mes en terreno positivo y con un crecimiento mayor al del mes inmediato anterior.
En el caso de la cartera de consumo, la mayoría de los segmentos presentaron crecimiento en términos nominales, lo cual podría estar relacionado con una relativa mejoría en los indicadores de consumo y empleo, así como con el efecto de una mayor inflación.
De hecho, en términos reales, la cartera para la adquisición de bienes muebles es la única que presenta una variación positiva, mientras que los créditos de nómina registran un crecimiento casi nulo y los demás segmentos permanecen en terreno negativo.
La cartera de vivienda mantiene tasas de crecimiento positivas en términos nominales y reales, aunque con una desaceleración real por tercer mes consecutivo.
Eso podría reflejar el efecto rezagado de la disminución en la generación de empleos formales que llegó a la destrucción de empleos durante los primeros meses de la crisis sanitaria, pero que era un fenómeno observado desde 2019.
El índice de morosidad (IMOR) de la cartera a empresas en noviembre de 2021 fue 1.77 por ciento, ligeramente mayor al del mes inmediato anterior (1.81 por ciento) y al observado en noviembre de 2020 (1.86 por ciento).
Mientras que la cartera de consumo exhibió un IMOR de 3.23 por ciento en noviembre de 2021 (3.36 por ciento en el mes inmediato anterior y 4.95 por ciento en noviembre de 2020).
Por su parte, el IMOR de la cartera de vivienda se ubicó en 3.25 por ciento, similar al 3.26 por ciento registrado en el mes inmediato anterior, pero ligeramente mayor al observado en noviembre de 2020 (3.16 por ciento).
RFH