El consumo privado registró un aumento de 0.3 por ciento en enero de 2022 respecto a diciembre pasado, con cifras desestacionalizadas, con lo cual hilo siete meses consecutivos de avance, informo el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El organismo detalló que, por componente y con datos ajustados por estacionalidad, en enero de 2022 el consumo de bienes y servicios de origen nacional avanzó 0.4 por ciento respecto a diciembre y de bienes de origen importado disminuyó 1 por ciento.
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Reportó que en enero de 2022 y con cifras desestacionalizadas, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) mostró un alza de 7.3 por ciento respecto al mismo mes del año pasado, su décimo mes de crecimiento a tasa anual.
A su interior, el gasto en bienes de origen importado ascendió 9.9 por ciento y el gasto en bienes y servicios nacionales creció 6.8 por ciento, agregó el instituto.
La subdirectora de Análisis de Grupo Financiero Monex, Janneth Quiroz Zamora, destacó que con los siete meses consecutivos de crecimiento registrados a enero de este año, el consumo privado registra su nivel máximo desde que estalló la pandemia, pero aún guarda una diferencia de 1.1 por ciento menos respecto al nivel previo al COVID-19, en enero de 2020.
Por su parte, el analista de Grupo Financiero Ve por Más (Bx), Angel Ignacio Ivan Huerta Monzalvo, consideró que el consumo privado podría exhibir cierta mejora a medida que se diluyan los estragos que la variante Ómicron causó en el empleo y la movilidad.
No obstante, acotó, su recuperación será lenta pues la inflación se mantendrá elevada durante el resto del año, deteriorando la capacidad de compra de los hogares, además, la generación de empleo seguirá limitada por los bajos niveles de inversión.
“Estimamos que la baja en contagios, a partir de febrero, será un soporte para que el consumo privado siga avanzando, especialmente el rubro de servicios, dada su dependencia a la interacción social”, agregó.
No obstante, precisó, los altos niveles de inflación es el mayor riesgo, al erosionar el poder de compra de los hogares; además, los bajos niveles de inversión limitarán la creación de empleos.
FGR