Entra al negocio de las redes sociales

Elon Musk logra acuerdo para comprar Twitter... y prende alertas

El hombre más rico del mundo señala que priorizará la libertad de expresión, eliminará el spam y agregará funciones

Elon Musk, el hombre más rico del mundo. Foto: Especial.

Elon Musk lo hizo de nuevo. Logró que los accionistas de Twitter aceptarán la oferta inicial que realizó para adquirir la red social por un monto de 44 mil millones de dólares; es decir, por 54.20 dólares por papel, en una transacción que dejará el control de la plataforma de redes sociales en manos del hombre más rico del mundo.

Con dicho acuerdo se llega al fin de una polémica que se tornó alrededor de la adquisición, donde muchos ejecutivos y miembros de la Junta inicialmente se opusieron al enfoque de adquisición planteado por el también CEO de Tesla.

En dicho acuerdo, se plantea que los accionistas de la red social recibirán 54.20 dólares por acción, una prima de 38 por ciento, a precio del 1 de abril —un día antes de Musk diera a conocer la adquisición del 9.1 por ciento de la compañía—.

Apenas el domingo, ambas partes aseguraban que se encontraban ultimando detalles en la negociación y que, si lograban un acuerdo, la adquisición se podía concretar.

El 14 de abril, 13 días después de que anunciara que había adquirido 9.2 por ciento de la compañía, el magnate reveló su intención por hacerse de la totalidad de la compañía por un monto de 43 mil millones de dólares, con la firme promesa de “desbloquear su potencial”.

Posterior a la oferta, la Junta Directiva de Twitter buscó bloquear la intención de compra del empresario sudafricano; no obstante, la retórica cambió cuando Musk informó sobre la forma en la que realizaría la transacción —que aún está sujeta a la aprobación de accionistas y los entes reguladores—.

En el reporte de compra, el dueño de SpaceX afirma que aseguró 25 mil 500 millones de dólares de financiamiento de préstamos de margen y deuda, además de un compromiso capital de aproximadamente 21 mil millones, que sería cubierto por él y vendría de su patrimonio vinculado a las acciones de Tesla.

Analistas aseguran que si se cierra la operación se observaría a una de las adquisiciones más importantes de la historia en la industria tecnológica y tendrá repercusiones globales en los próximos años relacionadas con la forma en que millones de personas usan las redes sociales.

Tras el anuncio, las acciones de Tesla registraron una contracción de 1.6 por ciento en Nueva York.

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UN COMPROMISO CON LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Musk ha dicho abiertamente y desde antes de anunciar la adquisición de Twitter que la red social debe ser “un refugio para la libertad de expresión en línea”, por ello, anunció que los algoritmos de la red social serán de código abierto, pues ha señalado anteriormente que éstos están sesgados y las fuentes están repletas de publicaciones basura automatizadas.

“La libertad de expresión es la base de una democracia que funcione, y Twitter es la plaza pública digital donde se debaten asuntos vitales para el futuro de la humanidad”, dijo Musk.

Añadió además que buscará que Twitter sea “mejor que nunca, tras mejorar el producto con nuevas funciones, haciendo que los algoritmos sean de código abierto para aumentar la confianza, derrotando a los bots de spam y autenticando a todos los humanos.

PESE A TODO, EXISTE PREOCUPACIÓN

Tras el anuncio, también se informó que diversos grupos de derechos humanos plantearon su preocupación por la incitación al odio en Twitter y el poder que su adquisición por parte de Elon Musk daría al multimillonario.

Tras los pronunciamientos de Musk de buscar la libertad de expresión, las organizaciones han asegurado que Twitter ya no es una empresa más.

“Independientemente de quién sea el propietario de Twitter, la empresa tiene responsabilidades en materia de derechos humanos para respetar los derechos de las personas de todo el mundo que dependen de la plataforma”, dijo a Reuters en un correo electrónico Deborah Brown, investigadora y defensora de los derechos digitales en Human Rights Watch.

“Los cambios en sus políticas, características y algoritmos, grandes y pequeños, pueden tener impactos desproporcionados y a veces devastadores, incluyendo la violencia fuera de línea”, añadió.

Por su parte Amnistía Internacional, señaló que le preocupa cualquier posible decisión que Twitter pueda tomar tras la adquisición de Musk para erosionar la aplicación de las políticas y los mecanismos diseñados para moderar el discurso de odio en línea.

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