La 46 edición del Tianguis Turístico, que regresa al puerto de Acapulco, se da en un contexto aún de recuperación para el sector, reflejando la resiliencia de la industria, el empuje de las empresas y trabajadores, y el resultado de algunas medidas tomadas por el Gobierno.
Tras el desplome, en 2020, del 25.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) turístico, los principales actores de la industria han luchado por levantar a uno de los principales motores de la economía nacional, que en 2019 aportó al PIB nacional el 8.7 por ciento.
A poco más de dos años de que inició la emergencia sanitaria, los analistas y expertos coinciden en una cosa: la recuperación de la industria se ha dado y continúa hacia adelante: aun así, los retos en el horizonte continúan debido a factores internacionales como la guerra entre Rusia y Ucrania y los altos niveles inflacionarios.
En entrevista con La Razón, Ariel Juárez, director general y socio fundador en Brain Analytics & Innovation, aseguró que, son precisamente las cifras las que reflejan una franca recuperación de la industria turística en su conjunto, por lo que el nivel que reflejaban los principales indicadores en 2019 se podría recuperar a finales de este año y entrar en la etapa de consolidación a partir del 2023.
En este contexto, las expectativas de esta gran feria turística son altas, se prevé rebasar los números generados en la edición pasada del Tianguis Turístico que se llevó a cabo en Mérida, Yucatán, en donde hubo mil 635 compradores, además de 43 países presentes, 3 mil 492 expositores y 57 mil 287 citas negocio.
Respecto a esto, Ariel Juárez afirma que la perspectiva de la feria de viajes y destinos más importante del país es positiva, toda vez que las condiciones están dadas para que así sea gracias al potencial y oferta que tiene el país en este sector, así como a la cercanía con los principales mercados emisores como el estadounidense.
“Yo creo que este va a ser uno de los Tianguis Turísticos en los que veamos que ya se tenga una recuperación casi total”, destacó.
Aún con las buenas expectativas el directivo subrayó que algo que se debe considerar es que el actual Gobierno no tiene como una prioridad a la industria, lo cual genera incertidumbre por el poco impulso que se le da.
Otros retos que deberán ser considerados, son los relacionados con la guerra entre Rusia y Ucrania, y la alta inflación que puede generar presiones para empresarios y prestadores de servicios, impactando así el apetito de viajar, sobre todo del mercado interno.
“Una cosa que nos ha enseñado la pandemia es tener siempre un plan B, haríamos mal en echar las campanas al vuelo por la recuperación que estamos observando, más bien debemos estar en una etapa de reflexión para ver qué tanto hemos sido resilientes y qué tanto hemos aprendido la lección”, finalizó.
